jueves, 9 de febrero de 2017

Hasta el último hombre ****

(Hacksaw Ridge, EUA/Australia 2016) Clasificación México ‘B-15’/EUA ‘R’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


Como director, Mel Gibson no le saca al parche a la hora de contar historias. En “Hasta el último hombre” nos presenta un episodio verdadero de la 2ª Guerra Mundial, en la toma de Okinawa por el ejército estadounidense en 1945, donde un paramédico salvó a cerca de 100 soldados heridos por fuego japonés. Por si esto fuera poco, el paramédico lo hizo sin tocar un arma, al enlistarse voluntariamente pero como objetor de conciencia, con base en su fé en el mandamiento cristiano “No matarás”.

El director Gibson, como es su costumbre (Corazón Valiente, 1995; La Pasión de Cristo, 2004; Apocalypto, 2006) no es tímido a la hora de presentar la violencia en pantalla. “Hasta el último hombre” tiene escenas extendidas que ponen al centro de la pantalla todo el salvajismo y la carnicería de una guerra cuerpo a cuerpo. Gibson tampoco es tímido a la hora de presentar sus convicciones de patriotismo y de fé, a través de las creencias de Desmond Doss, su personaje central, un joven adventista de la Virginia rural que, aún enlistado en el ejército, seguro de su deber con su país, pone por delante a Dios y sus Mandamientos.

La encarnación de Desmond Doss que hace el actor Andrew Garfield remite, hasta cierto punto, al Forrest Gump de Tom Hanks, como un joven pueblerino, siempre franco y siempre llevado por su buena conciencia. He ahí una muestra más de la sinceridad de Mel Gibson como cineasta: al leer un poco, me entero que la historia del heroísmo de Doss ha sido embellecida muy poco para la pantalla y sólo en detalles periféricos. Incluso, el verdadero Doss aparece en una entrevista real en algún punto de la película y, por lo poco que se puede ver y oír, en efecto estamos ante un hombre sencillo y franco. Con “Hasta el último hombre”, Gibson demuestra que, a veces, Hollywood no necesita más que contar las cosas como son.

2 comentarios:

Champy dijo...

No puedo estar en desacuerdo con todo lo que citas.

Extraordinario ejercicio, disfrutable, ameno y muy entretenido.

Mis fobias antiyanqui recrudecen ante la exacerbación del Héroe Americano, pero esa es mi bronca, no de la película.

2046

Joel Meza dijo...

Yo tengo debilidad por las películas gringas sobre la 2a Guerra Mundial (me crié con ellas). Sus historias de heroísmo y sacrificio por un bien mayor siempre me ganan.
Aún así, la convicción con que Gibson hace su relato muy personal sobre la fé es lo que me parece le da tanta solidez a esta película.