lunes, 21 de abril de 2008

Música en vivo para cine: Club Foot Orchestra

El pasado fin de semana tuvimos en Baja California el II Festival de Jazz "Chinto Mendoza", en homenaje a este gran saxofonista cachanilla y que en esta edición se convirtió en un festival estatal, con sedes en Mexicali, Ensenada y Tijuana. Las buenas nuevas este año, además del cartel musical de primera línea, fueron los complementos, con la presentación del poemario El Arte de la Pausa, del Poeta Culichi Jesús Ramón Ibarra (con quien tuve el gusto de compartir una charla sobre jazz, cine, amigos culichis comunes, cerveza vs. vino y beisbol vs. futbol... sí, sus blogs serán una sorpresa para quien los visite por primera vez); una conferencia sobre la música en B.C., de particular interés el ambiente en los viejos bares fronterizos durante la prohibición del alcohol en los Estados Unidos, a cargo del escritor Gabriel Trujillo Muñoz; y como plato fuerte, cinematográficamente hablando, la presentación de tres películas silentes, musicalizadas en vivo por la Club Foot Orchestra, de San Francisco.

La proyección inició con un divertido corto de Félix el Gato, "Woos Whoopee" (Otto Messmer, 1928), con la Club Foot Orchestra proporcionando, en vivo, la música y todos los efectos de sonido. Carcajadas generales y ovación al final de los 8 minutos.

La primera película principal, El Gabinete del Dr. Caligari (Robert Wiene, 1920), fue para mí la primera oportunidad de ver este clásico del expresionismo alemán. En particular, la partitura interpretada por la Club Foot Orchestra me pareció a ratos excesiva, careciendo de silencios en algunos momentos en que los creí necesarios. Lamentablemente la proyección sufrió un percance, al congelarse la imagen por alrededor de un minuto (se estaba proyectando un DVD de la película) y al regresar el movimiento, se adelantaron varias escenas, provocando que la orquesta reajustara al vuelo y el público nos perdiéramos en la trama. Opté por no continuar, ya que, como dije era la primera vez que podía ver esta película. Así que fui a hacer mejores cosas y regresé para la segunda función.

Nosferatu(F.W. Murnau, 1922) iluminó con su terror la pantalla al aire libre en el Centro Estatal de las Artes de Mexicali. La partitura en esta ocasión me pareció mucho más apropiada, dándome la idea de música folklórica de Europa oriental, acorde al clásico relato del vampiro saqueado de Drácula. Sin embargo, quienes han estado en Mexicali en la primavera, sabrán de los ventarrones que sufrimos en estas épocas, lo cual, en medio del desierto, no siempre es bueno. El polvo que soplaba (con la consiguiente alergia) pudo más que mis ganas de ver completa la función, así que después de unos 20 minutos tuve que retirarme.

Fuera de estos pequeños percances, el proyecto de Club Foot Orchestra es para seguirse. Espero que los volvamos a tener pronto en nuestra ciudad (con los problemas técnicos de proyectar DVDs, resueltos y yo, preparado para mi alergia).

viernes, 18 de abril de 2008

Por qué Spielberg sería mi amigo y Lucas no.

Entertainment Weekly acaba de publicar en su edición en Internet (EW.com), aquí, una entrevista con Steven Spielberg y George Lucas, donde hablan un poco sobre el proceso que los llevó a hacer la cuarta película de Indiana Jones.
Leyéndola con cuidado de no echarme a perder sorpresas, encontré con gusto que no ocurrió. Pero lo realmente valioso para mí, es conocer lo que piensa Steven Spielberg sobre enterarse de las cosas antes de ver una película. De alguna extraña manera, me siento reivindicado. A continuación, mi traducción libre sobre ese fragmento de la entrevista.
[...]
LUCAS: Bueno, Steven me dice, "Ay, ya salió todo en la Internet [detalles de Indiana Jones 4] - que ésto y que lo otro." Y yo le digo, "Steven, ¡no importa!" Miren - Tiburón primero fue una novela antes que una película y todo mundo podía ver cómo terminaba. No importó.
SPIELBERG: Pero hay muchísima gente que no quiere saber qué va a pasar. Lo que quieren es que pase hasta el 22 de Mayo [fecha del estreno de Indiana Jones 4]. Quieren enterarse en un cine, en la oscuridad. No quieren averiguarlo leyendo un blog... Una película es una experiencia. Una película sucede de una manera que siempre ha sido catártica, la catarsis humana, personal, de un público en sagrada comunión con la experiencia en pantalla. Esa es la razón de que yo esté en medio de esta magia y siempre lo estaré.
ENTERTAINMENT WEEKLY: ¿Piensan que el santuario de la oscuridad del cine está siendo erosionado?
LUCAS: ¡No! Mira, es como los deportes...
SPIELBERG: Sí. Pienso que está siendo erosionado, con demasiada información y demasiada desinformación, especialmente.
LUCAS: Pero mira, es como los deportes. Esto no es nuevo. Cuando empieza la temporada del torneo nacional de basketball, existen miles de blogs. Especulación rampante. Si la sigues lo suficiente, te vuelves loco. [Con Indiana Jones 4], no sabes lo que realmente va a suceder hasta que entres al cine. No me importa si ya te sabes toda la historia, no me importa si ya viste pedazos. No me importa qué tanto has visto u oído o leído. La experiencia por sí misma es muy diferente, una vez que estás en el cine.
SPIELBERG: Bueno, aquí va mi debate al respecto. Yo siempre he procurado mostrar muy pocas escenas en un avance o un anuncio. Porque mi experiencia ha sido -y la experiencia de mis hijos ha sido, ya que ellos se la pasan hablando en el cine, como todo mundo hoy en día- que si una escena que recuerdan del anuncio no ha salido en la pantalla todavía y ya llevan tres cuartos de la película, empiezan a hablar. "¡Ah, ya sé lo que va a pasar! Porque hay esta escenita que todavía no sale en la película que estoy viendo, ¡y ya no tarda en salir!" Y te lo arruina todo.

jueves, 17 de abril de 2008

Nadie te quiere más que yo **1/2

(Martian Child, EUA 2007) Clasificación 'A'
Calificaciones: **** Excelente ***Buena **Regular *Mala
(... y nadie odia estos títulos en Español más que yo. En fin.)

Tomemos a un exitoso escritor cuarentón de ciencia ficción, viudo, sin hijos; con un fiel perro viejo; con una fiel, soltera y potable mejor amiga; una confidente y comprensiva hermana mayor casada y con hijos; un agente literario que sea tan locuaz como, digamos, Oliver Platt. ¿Qué le hace falta para llenar su vida? Exacto: adoptar un chamaco inadaptado socialmente; pero no paremos ahí. Agreguemos al burócrata de rigor que en todas las películas sobre adopción, tiene el inestimable trabajo de ver con malos ojos a cualquier potencial padre o madre adoptivo que demuestre a cada paso que le sobran amor, recursos y creatividad para criar a niños ajenos como si fueran propios. Mmh... ¿usted qué cree que vaya a pasar?

Bueno, hay varias cosas que me hicieron disfrutar esta película:
1. El niño, de seis años, cree que es marciano. Pero eso no tiene nada de raro. Mi hijo de tres ayer estuvo todo el día en cuclillas diciendo únicamente "¡ribbit!" y esta mañana se negaba a salir de la casa sin su capa (léase toalla amarrada al cuello). El caso es que el joven actor que interpreta al niño "marciano", Bobby Coleman, resulta muy convincente en mantener su fantasía privada, a la vez que encarna muy bien la fragilidad que podríamos esperar de un pequeño huérfano rechazado por los demás.
2. La fiel y potable amiga soltera es Amanda Peet. Punto.
3. El agente literario tan locuaz como Oliver Platt, es Oliver Platt, que siempre me hace sonreír cuando aparece en pantalla.
4. La comprensiva hermana mayor es Joan Cusack, hermana en la vida real (y en más de una película), del protagonista:
6. John Cusack. Sí, aunque aquí es un viudo y exitoso escritor de ciencia ficción, en realidad hace su gustado papel de John Cusack, y que conste que no soy irónico. Si no me cree, lo escribo de nuevo: su gustado papel de John Cusack.
Y como bono: 7. Anjelica Huston.

Decía, ¿usted qué cree que vaya a pasar? Hombre, uno no ve estas películas para saber qué va a pasar, sino para ver cómo pasa. Y Menno Meyjes, el director, tocando todos los puntos que tiene que tocar, con los personajes enlistados, encarnados por los actores mencionados, cuenta una agradable historia que, si bien no llena los ojos de lágrimas, sí resulta lo suficientemente cálida para una buena tarde de fin de semana.

miércoles, 16 de abril de 2008

La Ciega Revolución / Premier en Tijuana

Si va usted a andar por Tijuana el próximo jueves 8 de Mayo a eso de las 6:00 pm, la cita es en el teatro de la UABC, para la presentación del cortometraje La Ciega Revolución, con Celia Quiñones, Patricio Amaya, mi buen amigo Jesús Padilla, Alejandro Hierro y Lexie Baños.
Dirigido por Alvaro Zendejas, la música es original de Manuel Valverde y Chuy dobletea como co-productor ejecutivo. Felicidades y mucho éxito.

Después de ver los avances, la esperamos con ansia. Se pueden revisar aquí, en Faceboook (requiere registro), o bien, acá, en YouTube (libre acceso).

martes, 15 de abril de 2008

Se llama Roberto Sánchez y por fumar, necesita un pulmón y un corazón

Sandro de América, el popular (en los 70s del s. XX) cantante argentino y protagonista de más de una decena de películas, vive rodeado de tanques de oxígeno, por su adicción al cigarro y espera un transplante salvador. "... mi amigo el Puma..." Qué pena.

viernes, 11 de abril de 2008

Las destruibuidoras de cine/I

Berrinche I: Las películas mochadas.
Seven Brides for Seven Brothers, MGM, 1954. El cuadro rojo muestra cómo se ve en televisión una copia normal ("Full Screen") de video. Ignoro por qué aquí no se mueve, pero vea el efecto completo en wikipedia. Impresionante.

Créame, estimado lector, cuando le digo que en la década de los noventas dejé de ver muchas -pero MUCHAS- películas, por estar cortadas de los lados. Recordará usted que los catálogos de video en VHS generalmente usaban copias que llenaban las pantallas de televisión, dejando fuera aproximadamente la mitad de la imagen. Si aún no le queda claro este crimen, aquí tenemos la dramática explicación de Ryan Wright, un ocioso como yo.

Desafortunadamente, la oferta de exhibición en Mexicali, mi ciudad, tampoco ayudaba mucho en esos años, porque la gerencia de los Multicinemas/Cinépolis locales también mochaba los lados de las películas, tal vez porque la relación distancia del proyector-ancho de pantalla estaba mal calculada. Así que ir al cine en esos años era lo mismo que ver películas en la tele y de ahí que yo lo evitara sistemáticamente. Increíble pero cierto, no se arregló hasta que empezó la competencia en 2001, con nuevas compañías instalando salas en la ciudad, y Organización Ramírez remodeló las suyas. Mientras tanto, compré algunos laser discs y los veía en un tocadiscos prestado.

Afortunadamente, ahora que los DVDs generalmente ofrecen la versión "ancha" o "widescreen", las opciones han mejorado bastante y la gente se va acostumbrando a las barras negras arriba y abajo en sus pantallas cuadradas de tele, o mejor aún, las sustituyen por pantallas de video anchas.

PERO... baste darse una vuelta por su tienda de video local para encontrar que existen varias distribuidoras de cine en DVD que parecen estar convencidas de que el mandato divino es ver las películas mutiladas de esta forma. Videomax, Zima, Quality Films y otras nacionales compran los derechos de distribución para México, de películas "independientes" o para públicos "más exigentes". Y las mochan. Justo como en los ejemplos mostrados y justo como no las queremos ver quienes buscamos, precisamente, esas películas que rara vez llegan a nuestras mejoradas salas de cine. Mis mejores recuerdos para las mamacitas de estos distribuidores.

martes, 1 de abril de 2008

"I'm too old for this shit" / Sin Lugar Para los Débiles

- "Déjame preguntarte algo: si la regla que seguiste te trajo a ésto, ¿de qué sirve esa regla?"
Anton Chigurgh, en Sin Lugar Para los Débiles.

Nota: Varias semanas después de su estreno comercial en algunas ciudades de México, Sin Lugar para los Débiles (No Country for Old Men, EUA 2007) la más reciente y extraordinaria película de los hermanos Coen, sigue sin llegar a las salas de Mexicali, mi ciudad. Y como de costumbre, los videoclubes locales ya tienen el DVD R1, así que la ví en la pantalla chica. Por la misma tardanza mi crítica ya queda, apropiadamente, fuera de lugar, por lo que prefiero darme el espacio para algunas reflexiones después de haberla visto. Espero sean interesantes a mis lectores.

¿Cómo puede uno luchar/enfrentar a quien no sigue -porque no cree- en las mismas reglas que uno?
Para fines prácticos, es como tratar de razonar con un tiburón o un león. Si aún haciendo todo lo que uno confía que es correcto, se encuentra en peligro real de ser devorado, sólo hay dos posibilidades de salir vivo: ser capaz de ponerse fuera del alcance de la bestia o matarla. Es decir, seguir sus reglas.

No tengo ninguna duda de que cualquier criminal comete actos ilegales por carecer, en mayor o menor medida, de la capacidad de empatía. Si uno no se puede poner en los zapatos de los demás, el respeto al derecho ajeno deja de tener sentido. ¿Mi derecho a cruzar una calle sin ser embestido por un automóvil? Para eso creamos los "ALTOs" y todos los días hay quienes se los pasan. ¿Mi derecho a conservar para mi uso el dinero que legalmente gano trabajando? Un carterista no lo reconoce. ¿Mi derecho a...? Búsquele y encontrará, para cada derecho, un crimen -y por ende un criminal-. Y luego, el castigo correspondiente.

Prácticamente todas las leyes creadas por nuestras sociedades pueden ser rastreables a un fin único, que es proteger la vida humana y preservar la especie (si me roban la cartera, no puedo pagarme el sustento y muero, por ejemplo). Entonces, la falta de respeto, el no aceptar, o no someterse a cualquier ley, se puede traducir, al final, en un desprecio por la vida de los demás.

Cuando Anton Chigurgh hace su pregunta, se reafirma a sí mismo que sus reglas son las válidas: Yo sigo vivo y tú estás muerto. ¿Quién tiene razón? Finalmente las reglas (y las leyes) son inventos humanos y como cada cabeza es un mundo, puede haber tantas reglas como personas haya. Pero como sociedad hemos decidido estar de acuerdo en que existe un conjunto de reglas que nos protegen unos de otros, asegurando, precisamente, la vida y la preservación de la especie. Y eso incluye a las reglas religiosas ("No matarás"). No es casualidad que Chigurgh (un escalofriante Javier Bardem) haga su pregunta a quien le acaba de decir: "Vete al Infierno."

Si uno escoge seguir las reglas aceptadas por la sociedad, no hay forma de enfrentar a alguien así. El sheriff Ed Tom (Tommy Lee Jones perfectamente instalado en su tejano tradicional) no puede entender otra forma de detener a un criminal, como no sea bajo el imperio de la ley. Chigurgh no cree en la ley. ¿Cómo lo detenemos? La respuesta es sencilla, pero ¿quién le pone el cascabel al león?

Epílogo: Como ejercicio, sustituya el amable lector los nombres y situaciones por los de su preferencia y/o experiencia personal. No quisiera decirlo, pero me temo que mi nombre queda directamente en lugar del sheriff. "Too old for this shit..."