jueves, 30 de mayo de 2013

Rápidos y Furiosos 6 **

(Fast & Furious 6, EUA 2013) Clasificación México ´B´/EUA ´PG-13´
y, de paso, vista en video:

Rápidos y Furiosos 5 ***
(Fast Five, EUA 2011) Clasificación México ´B´/EUA ´PG-13´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Hasta antes de esta semana, yo pensaba que las películas de Rápido y Furioso se trataban de carreras clandestinas de carros, entre pandilleros y uno que otro policía. Y es que, hasta esta semana, nunca había visto ninguna de las cinco primeras y sólo tenía referencias de algunas escenas de la cinta original, donde Vin Diesel y Paul Walker eran precisamente eso: un pandillero y un policía enredados en el bajo mundo de las carreras clandestinas. De alguna manera, este coctel consiguió un gran número de seguidores en todo el mundo y ahora ya son seis películas en la serie. ¿Da para tanto el tema, realmente?

La verdad, no. Y lo pude comprobar con Rápidos y Furiosos 6, estrenada en cines esta semana y, de paso, con Rápidos y Furiosos 5, que ví en video, ambas del director Justin Lin. Es cierto: los personajes se llaman igual que en la primera, Dom Toretto y Brian O'Conner y son interpretados por los mismos actores, Vin Diesel y Paul Walker, respectivamente. Sin embargo, fuera de algunas características básicas, como la lealtad a la familia y las ganas de vivir fuera de la ley, Toretto y O'Conner ya no son, para nada, el pandillero y el policía de la primera cinta.

En Rápidos y Furiosos 5 encontramos al par de cuñados en Brasil, después de que O'Conner ha evitado, por supuesto ilegalmente y con una persecución de autos de por medio, que Toretto vaya a prisión en los EUA. Ambos, junto con Mía, la flaca hermana de Toretto y novia de O'Conner, son ahora fugitivos de la justicia gringa. Para no morirse de hambre, consiguen chamba... robando autos de lujo en Brasil a un mafioso carioca. Para escapar, Toretto y O'Conner reúnen a sus compinches y proceden a planear un robo masivo en el que se quedarán con los millones del brasileño. Así, la película se convierte en una de esas donde un grupo de ladrones prepara con lujo de detalle El Gran Robo, que será perpetrado en el último tercio de la cinta y donde, por supuesto, habrá sorpresas que harán más emocionante la ejecución del crimen. Sí: crimen, porque nuestros héroes, después de todo, siguen siendo criminales. Pero como dice el dicho: ladrón que roba a ladrón...

Entra en escena el agente Hobbs, un aferrado policía gringo que busca atrapar a Toretto y O'Conner. Hobbs es interpretado por el luchador convertido en actor, Dwayne Johnson, alias The Rock. Naturalmente, Hobbs se dará cuenta de que Toretto y O'Conner son de buen corazón y se pondrá de su lado, en medio de corretizas, balaceras al por mayor y una pelea a puño limpio, donde Diesel y The Rock terminan, inevitablemente, con sus musculosos y sudorosos cuerpos entrelazados, mientras las bellas chamacas que los acompañan los ven de lejecitos. Ya qué.

Rápidos y Furiosos 6, en cambio, instala al par de corredores en un escenario muy distinto. Si usted ha visto cualquier película de James Bond o sus incontables imitaciones, ya sabe: los héroes son comisionados por un alto oficial de gobierno, The Rock en este caso, para encontrar y detener (matar, en realidad, dado el evidente poco valor que tiene la vida humana en estas cintas) al sicópata en turno que quiere dominar el mundo. ¿Qué tiene que ver esto con nuestros rateros? Ah, sí: el sicópata y sus secuaces también son muy buenos para manejar carros deportivos.

La verdad es que uno no debe ser exigente con la historia, que finalmente es el pretexto para que veamos las carreras de carros en pantalla cada cinco minutos. No tengo problema con ello. La cosa chafea cuando nuestros héroes empiezan a hacer cosas definitivamente sobrehumanas. La cantidad de choques y explosiones a los que sobreviven sin un solo rasguño, las tranquizas que no dejan huella en sus cuidados rostros hollywoodenses, las balas que se sacan del cuerpo como si fueran espinillas, las impresionantes caídas a altas velocidades sin ninguna consecuencia; hombre, creo que ni siquiera los ví ir al baño.

Es evidente: estos rápidos y furiosos ya no son los mismos de la primera. Tampoco son personajes “reales”. Simplemente son la imagen de Vin Diesel, Paul Walker y The Rock, que pueden ser colocados en cualquier tipo de película, para divertir al respetable, siempre y cuando haya carros deportivos de por medio. Ya lo veo venir: Rápidos y Furiosos 7, El Musical.

miércoles, 22 de mayo de 2013

En la Oscuridad Star Trek **1/2

(Star Trek Into Darkness, EUA 2013) Clasificación México ‘B-15’/EUA ‘PG-13’
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

En los últimos treinta años, más de una vez se me ha acusado de ser trekkie (léase "treki"), es decir, fanático irredento de Viaje a las Estrellas. O Star Trek, como los distribuidores para México han dado en llamar a las dos películas más recientes de la serie cinematográfica que ya lleva 12 entregas en su cuenta. ¿Trekkie, yo?

En todo caso, aquí y ahora, Yo Acuso. Acuso al director J.J. Abrams, quien también estuvo a cargo del anterior episodio de la franquicia, en donde se reintroducía a los personajes que surcan la galaxia en busca de aventuras a bordo de la nave Enterprise, de ser un trekkie. Sí, estimado lector: J.J. Abrams es un trekkie que está usando su poder como timonel de las nuevas películas de Viaje a las Estrellas, para restregarnos su conocimiento y fascinación por esa serie. El resultado parece, en consecuencia, no un nuevo episodio sino una parodia.

Vea si no: los personajes de En la Oscuridad Star Trek (qué título “en Español” más mal escrito, por cierto) insisten, cada tercer diálogo y sin importar que las acciones ya lo muestran, en que el joven Capitán Kirk es un rebelde sin causa. O bien, cada vez que el Dr. McCoy aparece es para soltar alguna maldición y agregar que él es médico, no ingeniero, ni científico, ni explorador, etcétera. Si Scotty, Chekov y Sulu quieren hablar, es obligatorio que informen el porcentaje de vida que le queda a a)los escudos de la nave, b)los motores, c)los rayos de fotones o d)todo lo anterior. Y no se diga todas las veces que Spock y los demás tripulantes tienen que sacudirse de un lado para el otro en el puente de mando, entre chispas eléctricas, cuando el Enterprise recibe un disparo de los enemigos.

Hablando del enemigo, aunque aquí se llama John Harrison y es interpretado en forma muy enigmática por el británico Benedict Cumberbatch, quien luce su voz de barítono en cada línea, debo decir que ni en eso Abrams se molestó: si usted ha visto al menos una de las películas anteriores (no diré cuál, ya que los anuncios tampoco revelan el origen del malo), no tendrá problema para reconocerlo y adivinar el desenlace, que resulta una curiosa copia (homenaje, si usted quiere) a esa otra película, pero nunca tan impactante, ya que todo se resuelve en esta misma entrega y no queda nada para la siguiente aventura. Supongo que eso ya hubiera sido reciclaje descarado.

Ahora, no me malentienda, estimado lector. Todo lo anterior no me disgusta; al contrario: lo disfruté cual chamaco en matiné, porque, después de todo, las películas de Star Trek no son más que eso, buenos rellenos de matiné. Lo que de plano no entiendo y sí me molesta son dos cosas: la insistencia de Abrams por apuntar todas las luces del puente de mando hacia el lente de la cámara, encandilando al respetable, mientras en cada escena de ataques se mueren montones de gente, sin mayor consecuencia para la historia. Lo de las luces, puedo vivir con ello. Pero, ¿todos esos muertos anónimos?

Y no me vengan con que “sólo es una película”. No, señor. No soy un trekkie pero, con mi edad, he visto todas las de Viaje a las Estrellas en sus estrenos en cine. Me he divertido más o menos con cada una y nunca se me antojó poner una funeraria. O una tienda de focos.

viernes, 10 de mayo de 2013

Operación Escape **

(Escape From Planet Earth, Canadá/EUA 2013) Clasificación México ´A´/EUA ´PG´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Dicen que cuando uno quiere quedar bien con todos, termina no quedando bien con nadie. Operación Escape es una comedia animada, dirigida por el canadiense Cal Brunker con un mensaje familiar bien establecido, apta para hijos, papás y mamás (FELICIDADES EN SU DIA) pero que termina presentando una historia demasiado simple para los adultos y chistes generalmente demasiado elaborados para los niños.


Gary y Scorch son dos hermanos que trabajan para la agencia espacial del planeta Baab. Scorch es el fortachón y apuesto héroe de mil batallas espaciales, seguidas en los noticieros de televisión por sus miles de admiradores. Gary, en cambio es el flacucho controlador de vuelo que coordina las misiones de Scorch, sentado frente a su computadora en la agencia espacial. Un buen día, Sorch decide embarcarse por su cuenta, sin Gary en los controles, a una misión que promete mayor fama y fortuna: una misión de rescate en el alejado planeta Tierra, mejor conocido como el Planeta Oscuro, ya que ningún extraterrestre ha regresado nunca de él. Naturalmente, lo que sigue es que Scorch se mete en problemas y Gary tiene que arriesgar su cómoda vida de escritorio para salvar a su hermano, demostrando de paso que en realidad es tan valiente como él.


Aunque la historia es bastante predecible, no es esto lo que le pesa a Operación Escape. Después de todo, acostumbrados al cine hollywoodense, la originalidad no es una de nuestras exigencias como público. El problema es que los conflictos presentados son en realidad muy sencillos, completamente digeridos para los niños pequeños, lo que deja a los niños más grandes y los adultos sin mucho qué masticar. Por otro lado, los chistes visuales son igualmente sencillos, mientras que los narrativos y hablados dependen de la experiencia y la capacidad de un público adolescente y adulto (el Área 51 donde se desarrolla la segunda mitad, breves perlas como “¡James! ¡Cameron!” o “¡Juan! ¡Gabriel!”). Y no es que los chistes para cada grupo de edad sean malos, sino que no son los suficientes a lo largo de la película, repartidos como están para cada generación, de modo que tanto chicos como grandes reciben una película incompleta.


De lo que hay que agradecer es el doblaje al Español, con Diego Luna como Gary y José María Yazpik como Scorch. Afortunadamente los textos en nuestro idioma no se van por la reciente moda de tropicalizar en exceso los diálogos, como ha ocurrido con otras películas supuestamente infantiles pero que abusan de eufemismos como “no manches”, “qué poca” y otras lindezas. Luna y Yazpik, con sus voces, crean personajes que se ajustan muy bien a las imágenes presentadas, nunca usan expresiones fuera de lugar o fuera del público meta, familias, en este caso. Gary es un buen padre de familia y Scorch es un buen tío para el hijo de Gary. Con una historia tan sencilla, afortunadamente nadie cayó en la tentación de manchar la poca sustancia para ir por la risa fácil.

domingo, 5 de mayo de 2013

Iron Man 3 ***1/2

(EUA/China, 2013) Clasificación México ´B´/EUA´PG-13´
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Será el sereno, pero yo voy a ver películas de superhéroes esperando (más o menos), lo que recibí (más o menos), en Iron Man 3. Diversión, historia interesante, personajes simpáticos, malos antipáticos con un plan jalado de los pelos para apoderarse del mundo, rescates para estar al borde del asiento, tal vez una o dos buenas peleas… ¿ya dije diversión? Para mí, esa es la clave del éxito de cintas como ésta. Si no divierte, ni para qué verla.

Iron Man 3 resulta una mejora a la serie, después de la cansada Iron Man 2, donde por fórmula se pusieron mal las cosas con la novia Pepper (Gwyneth Paltrow) y el amigo Rhodes (Don Cheadle) para Tony Stark (Robert Downey Jr.) que, para colmo, tenía que pasársela enfundado en su traje de Iron Man para pelear con un ejército de robots, por lo que no veíamos a Downey Jr. la mayor parte del tiempo y sólo oíamos su voz, con cortes de imagen a su cara, supuestamente adentro del traje. Tal vez la diferencia está en la elección de dejar descansar al director de las dos primeras, Jon Favreau (quien además hace el papel de Happy, el guarura de Stark) y pasar la batuta a Shane Black, que escribió y dirigió esta tercera entrega, al parecer con la consigna de corregir el rumbo a partir de evitar los baches de la anterior entrega.

Tony Stark sigue siendo el genio que se gana la vida diseñando y vendiendo armas al ejército estadounidense, mientras intenta conjugar su labor como el superhéroe Iron Man, con su vida privada, como pareja de Pepper quien, además de dirigir la compañía de Stark, se ha mudado a su casa y le exige más tiempo fuera del traje de metal. Por si fuera poco, los hechos ocurridos unos meses antes en Nueva York, donde Iron Man y los Vengadores enfrentaron una invasión extraterrestre (Los Vengadores, EUA 2012) tienen a Tony, comprensiblemente, en un estado de ansiedad creciente.

Afortunadamente la especialidad del escritor y director Shane Black parece ser convertir en divertidos (para nosotros, al menos) a los personajes al borde del abismo: Black escribió Arma Mortal 1 y 2 (1987 y 1989), con Mel Gibson y El Ultimo Boy Scout (1991), con Bruce Willis. Además, en 2005 dirigió al propio Downey Jr. en la comedia de intriga Kiss Kiss Bang Bang, así que no sólo está familiarizado con los personajes extremos sino también con lo que Downey Jr. puede hacer con esos personajes prácticamente tumbados del burro.

En esta ocasión, Stark enfrenta la amenaza de El Mandarín, un terrorista que coloca bombas por aquí y por allá, buscando desestabilizar a los Estados Unidos. En un arranque de rabia, Tony le canta el tiro derecho al Mandarín por televisión nacional, lo cual desencadena una persecución a lo largo y ancho del país, con Tony entrando y saliendo de su cada vez más maltrecha armadura. De este modo, podemos ver a Tony, es decir, a Downey Jr., lucirse durante una buena parte de la película, tanto en sus discusiones con su novia Pepper, como enfrentándose en persona al Mandarín y sus compinches o bien, intercambiando planes con un valiente chamaquito genio, que bien podría ser un pequeño Tony Stark en potencia, con todo y su chispa para ser contestón.

Esta decisión de mostrar más a Tony está manejada de manera muy creativa ya que el director Black sigue teniendo a Iron Man, es decir, al traje de Iron Man, en pantalla mientras Tony hace de las suyas en la persona de Downey Jr. Especialmente efectiva resulta esta presencia duplicada en la batalla final contra la gente de El Mandarín, donde vemos a Downey Jr. y a Don Cheadle correr de un lado para el otro, mientras echan bala y se dicen “de cosas”, para lucimiento de ambos actores y de paso abundando en la entrañable confianza que se supone existe entre ambos personajes y que no se había visto en las dos primeras partes. Y no me extraña, recordando la filmografía de Black tanto como guionista o también como director. Su fuerte está en las relaciones entre los personajes principales y sus ingeniosos intercambios de palabras, que nunca son condescendientes y que sí sirven para aderezar la acción, con un humor bastante cáustico (véase a Mel Gibson y Danny Glover en Arma Mortal, o a Downey Jr. y Val Kilmer en Kiss Kiss Bang Bang, no estrenada en México, hasta donde recuerdo, pero disponible en las tiendas de video y en la red, por supuesto).

Otra muestra de este estilo de Shane Black para manejar a sus personajes y sacarle jugo a sus actores y que merece mención aparte, está en la aparición de Sir Ben Kingsley, que aquí muestra al menos dos facetas tanto de su personaje como de sus habilidades histriónicas y en ambas nos deja con la boca abierta, por dos razones distintas.

En Iron Man 3, una constante en las secuencias de acción es la dimensión humana. Me parece que Shane Black hace justo lo correcto al colocar a sus personajes centrales como personas de carne y hueso, junto con otros secundarios y extras, en medio de todos los efectos especiales que, como ya es costumbre a estas alturas, no tienen pierde. Particularmente emocionante me resultó la secuencia donde Iron Man se encarga de la tripulación de cierto avión y, literalmente, me hizo aplaudir, junto con el resto del público en la matiné en que la ví.

Tony Stark regresará, nos avisan los créditos finales. Mire, si la siguiente aventura es tan divertida, emocionante y sin mayores pretensiones, justo como Iron Man 3, aquí lo esperaremos. Al borde del asiento.

sábado, 4 de mayo de 2013

May The Fourth... Be With You

Pues sí, nuevamente estamos en ese día de Mayo en que conmemoramos la histórica batalla de... La Guerra de las Galaxias. Y para celebrar este 4 de Mayo, aquí tienen Hardware Wars, que ostenta el dudoso honor de ser la primera parodia de Star Wars.