jueves, 26 de julio de 2012

Batman Inicia ** - El Caballero de la Noche **

(Batman Begins EUA/RU 2005 - The Dark Knight, EUA/RU 2008)
Calificaciones ****Excelente, ***Buena **Regular *Mala

Pues sí, qué quiere usted: no me han gustado las dos primeras películas de la saga cuya tercera entrega se estrena hoy en México. Intentaré explicarme brevemente.

Batman Inicia… ¿De verdad necesitamos que nos vuelvan a contar cómo existe Batman? Si mal no recuerdo, cada una de las cuatro películas del hombre murciélago, entre 1989 y 1997, dedican parte de su tiempo a las razones de Bruce Wayne para volverse el vengador anónimo. Apenas ocho años después, en 2005, resulta que el público está ansioso por ver nuevamente al niño Bruce sufrir el asesinato de sus padres.

Lo seguimos en su vida nocturna y tenemos el otro problema de la película: malos con motivos confusos. ¿Cambiar al mundo? ¿Envenenar el agua de Ciudad Gótica? ¿Vengarse de Bruce Wayne? ¿Aventarse discursos sin sentido?

Aquí me brinco a El Caballero de la Noche. Ciudad Gótica se pone más fea mientras los trancazos se vuelven más enredosos. ¿De veras es tan difícil pedir a los actores que se golpeen de una forma en que entendamos la acción? No sé usted pero con todo mundo de negro y esas tomas tan cerradas, yo estaba deseando que alguien explicara quién le picaba los ojos a quién.

Lo que terminó de darle al traste, para mí, son los niveles de crimen y violencia en esta película. Del Guasón, tumbado del burro al fin, ya esperamos cosas feas. Pero, asaltos, asesinatos, policías corruptos, políticos convenencieros, mafiosos… ¿cuál fantasía?

Batman es un personaje de historias escapistas. ¿Cómo escaparse en el cine, si se parece tanto a lo que hay afuera? Y todavía le dicen a uno cuando compra el boleto: “Que se divierta…”

miércoles, 25 de julio de 2012

Valiente ***

(Brave, EUA 2012) Clasificación México 'AA' / EUA 'PG'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala


Ah, qué bonita película animada. Una linda y valiente princesa medieval, en un reino fantástico, amiga de animalitos del bosque, pretendida por al menos un príncipe azul. Usted ya sabe: la típica película de... ¿Pixar? Pues sí, tal parece que la unión con la casa Disney está empezando a tener impacto sobre el estudio de animación que nos ha maravillado desde 1995 con joyas cinematográficas como la trilogía Toy Story, Buscando a Nemo, Ratatouille, WALL-E, Up, etc. En esta ocasión, para su décimo tercera película y la sexta estrenada bajo el sello Disney-Pixar, la historia parece más cargada al lado Disney, con la princesa Mérida y sus aventuras por los bosques de Escocia.

A pesar de su nombre yucateco, Mérida es una pelirroja chamaca escocesa cuyo comportamiento arriesgado se debe a la educación que su padre, el rey Fergus, le ha dado desde niña: un arco y flechas son el mejor regalo de cumpleaños en su primera infancia, ante los horrorizados ojos de su madre, la reina Elinor, toda una dama de la corte. Naturalmente, Mérida crece pensando que todo en la vida es montar a caballo y cazar osos, hasta que la reina organiza un encuentro con tres probables príncipes, buscando la unidad de Escocia. La rebelde Mérida parece estar dispuesta a todo por lograr que su madre cambie y la deje seguir disfrutando de su libertad adolescente. Y efectivamente, con la intervención de cierta hechicera, las vidas de madre e hija dan un vuelco que tal vez puede enseñar una lección a ambas pero sobre todo a la berrinchuda princesa.

Definitivamente estamos en terrenos más de Disney que de Pixar, que hasta ahora nos había presentado historias de fantasía y comedia más, por así decirlo, urbanas. Mérida podrá ser la primera princesa de Pixar pero no es la primera princesa de Disney en ponérsele al brinco a sus padres. Ariel en La Sirenita y Jasmín en Aladdin ya habían metido en problemas a sus respectivos progenitores al desafiar sus destinos. Y la influencia Disney no para ahí. Sin revelar más de la trama, excepto que se agregan osos y una vieja sed de venganza, varios momentos terminan recordando, irremediablemente, a Tierra de Osos.

Siendo tan derivativa y cargada hacia la casa del ratón Miguelito, ¿queda algo de Pixar en Valiente? Afortunadamente, sí. La parte visual sigue siendo impresionante. Ojo al alborotado pelo rizado de la protagonista mientras corre y brinca en las vertiginosas escenas de acción; los bellos paisajes escoceses que se abren en la pantalla y especialmente el agua de los ríos y cascadas en que chapotean nuestros personajes. Además, la relación entre madre e hija, sin dejar de ser una historia infantil, se adentra en terrenos emocionales más propios del entretenimiento adulto a que nos tiene acostumbrados Pixar. Es cierto, no encontraremos aquí "momentos Ratatouille" pero las reflexiones son más complicadas que en la típica película de princesas.

Al final, el cambio en el destino de Mérida parece no depender tanto de su valentía como de su inteligencia y su humildad, aunque no me quedó muy claro qué tanto ganó y cambió, en lo individual, tras su enfrentamiento con su madre. En eso, Disney siempre ha sido más explícito. En fin, espero que ya esté rascada la comezón de tener una princesa en el catálogo Pixar, porque ya quiero saber qué pasó con Woody y Buzz...

viernes, 20 de julio de 2012

La Voz del Cine - Julio 20, 2012

Y arranca... La Voz del Cine, en el diario mexicalense La Voz de la Frontera.
Cada viernes a partir de hoy.
(Click en la imagen para agrandar, o click derecho para abrir la imagen en nueva ventana... bueno, usted sabe lo que hace.)

viernes, 6 de julio de 2012

La Era de Hielo 4 ***

(Ice Age 4: Continental Drift, EUA 2012) Clasificación México ‘AA’ / EUA ‘PG’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

No se necesitaba ser brujo para adivinar el rumbo que tomaría la saga de La Era de Hielo, después de los excelentes resultados de la tercera entrega, en que los personajes principales, Manny el mamut, Sid el perezoso y Diego el tigre dientes de sable conocieron a Buck, una comadreja chiflada que fungía como guía del trío en la aventura en turno y de paso se llevaba la película a base de comedia desbordada. Nuestros viajeros ya están perfectamente instalados en historias que los llevan a encontrarse con personajes diferentes en paisajes que les son completamente ajenos.

En consecuencia, en este cuarto episodio los improbables amigos prehistóricos se embarcan, literalmente, en un viaje por alta mar para recuperar a su familia y amigos, separados por la catastrófica formación de los continentes. Así es como conocen a los nuevos personajes que impondrán tema y ritmo a la historia: ¡Piratas! Justo como en La Era de Hielo 3 la chiflada comadreja tuerta sentó el tono de humor locuaz y relajiento en el que se lanzaron de cabeza los protagonistas, en esta ocasión tenemos una historia de aventuras marítimas, batallas navales, islas secretas, sirenas y mapas de tesoros escondidos, con Manny (voz de Jesús Ochoa, completamente a sus anchas) y compañía (destacando la voz de Carlitos Espejel como el atolondrado perezoso) abrazando con gusto su rol de osados navegantes.

Junto con el grupo de piratas, se introduce un nuevo concepto en la serie: el musical, a través de una canción interpretada en medio de la película por toda la compañía pirata. Si bien el número es divertido, no resulta espectacular ni la canción se queda en la memoria pero toca los puntos obligatorios en historias de piratas: la fiereza y salvajismo del capitán (un simio escandaloso y dientón que bien pudo haber sido doblado por Tin-Tán… se vale soñar) y la temerosa lealtad incondicional de sus esbirros (animales surtidos, incluyendo a una tigresa que le hará ojitos a Diego). Sigo pensando que nos hacen falta más películas musicales, por lo que espero que en La Era de Hielo 5 el intento vaya más allá, como ya lo hizo este mismo estudio el año pasado en Río (de Carlos Saldanha, director de La Era de Hielo original y productor de esta cuarta), ahora que Disney parece haber abandonado el género.

Y la competencia se sigue poniendo fuerte en la arena del cine animado. Baste ver el diseño de los personajes en La Era de Hielo, la animación de sus movimientos (ese simio pirata es impresionante) y algo que noté desde la primera película y parece ser la firma de esta casa productora: el realismo de los paisajes con agua en movimiento. Casi podría suponer que la historia de piratas navegando entre las olas surgió del deseo de presumir lo que pueden hacer con los dibujos del agua.

Algo que me gusta de esta serie es su consistencia: el sentido de pertenencia y el valor de la familia siguen siendo el centro de la historia. En particular esta continuidad me parece importante para el público infantil y lo comparo con esa tranquilidad que da a los niños el escuchar una y otra vez los mismos cuentos antes de dormir. Por supuesto, los creadores Carlos Saldanha y Chris Wedge (quien, de paso, hace la voz de la ardilla Scrat) han dado en el clavo al cambiar de escenarios y personajes de apoyo, dejando intactos a los protagonistas y sus relaciones.

Finalmente, los segmentos de Scrat demuestran que esa ardilla y esa bellota ya son tan clásicas como el coyote y el correcaminos. En esta ocasión se elabora en el papel que tienen en la formación del mundo como lo conocemos. Sólo espero que Saldanha y Wedge nunca caigan en la tentación de alguna vez hacer hablar a Scrat. O a la bellota.