domingo, 27 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

El Rito ***

(The Rite, EUA 2011) Clasificación México 'B-15', EUA 'PG-13'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

¿Juai de rito?
1. Porque las películas de exorcismos siempre se venden bien.
2. Porque, junto con Ian Holm, Anthony Hopkins es el otro actor británico que nos encanta ver hacer cara de desquiciado en las películas hollywoodenses.
3. Porque, aunque sí hace pegar algunos buenos brincos, el director Mikael Håfström no hizo una película de terror, sino un drama de crecimiento.
4. Porque Rutger Hauer sigue siendo Rutger Hauer.
5. Porque hay un sacerdote viejo y uno joven... pero no cabezas giratorias ni sopa de chícharos...
6. Porque Alice Braga, aunque está re-bien, sigue haciendo su carrera hollywoodense sin tener que ser, a fuerzas, el interés romántico de la película.
7. Porque Ciarán Hinds es muy bueno para dar discursos. Lástima que no salga más en la película.
8. Porque Toby Jones, como sacerdote, suelta de forma completamente natural un 'shit' mientras da consejos a su alumno favorito.
9. Porque logra mantener interesado al público a pesar de su predecible trama.
10. Porque las distribuidoras de cine hollywoodense en México siempre encontrarán la forma de promocionar cine de fórmula usando los canales más propicios, así sea el Presidente de la República explicando a Wolverine cómo salvó al mundo de la influenza, o al más visto lector de noticias televisivas exhibiendo su pobre dominio del Inglés en una entrevista chafa pero que, qué le vamos a hacer, todos hemos visto una y otra vez en youtube. ¿Juai de rito? Porque en México nos encanta el mitote, pues.

sábado, 12 de febrero de 2011

Los Ojos de Julia *

(España, 2010) Clasificación B-15
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Hay una escena, en esta película de terror, en que Julia, la heroína buenona y gritona descubre el juego del asesino y le espeta un "¡hijo de puta!", precisamente frente a la señora madre del tipo. Hasta donde sabemos en ese punto de la película, la buena ancianita no está involucrada en los crímenes y está tan horrorizada como quien suelta la mentada de madre. No dice nada bueno de Los Ojos de Julia el que el impotente insulto sea recibido por el público en la sala con una sonora carcajada, por la aparente insensibilidad de Julia.

Básicamente así transcurren los 112 minutos de Los Ojos de Julia, del catalán Guillem Morales, donde Belén Rueda, a quien vimos anteriormente en la excelente El Orfanato (producida también, como ésta, por Guillermo del Toro), se tropieza una y otra vez con un intento de trama que da absurdas vueltas para ligar malos intentos de clichés tras clichés y plagios tras plagios de otras películas de suspenso, empezando por el asesino con un motivo "me robaron mi patito de hule" (como nadie voltea a verme, mi venganza al mundo es tener novias ciegas; huy...). Hombre, hasta el enfrentamiento final (o en todo caso creo que fue el enfrentamiento final, ya perdí la cuenta) con el asesino nos da a Julia usando como única arma el flash de una cámara, provocando nuevas carcajadas en el respetable. Baste recordar la impotencia y desesperación que uno siente como espectador ante la futilidad de la misma acción (y prácticamente el mismo efecto visual en pantalla) por parte de Jimmy Stewart en La Ventana Indiscreta, de Hitchcock, para ver cómo la cinta de Guillem Morales pierde.

Debo decir que la propuesta visual de Morales y su cinefotógrafo Oscar Faura (el mismo de El Orfanato) me pareció bien empleada para crear la sensación de encierro por parte de la protagonista al perder la vista: Morales y Faura se las ingenian para que en esa parte de la película no podamos ver a los demás personajes, excepto por una mano o una espalda, guiándonos únicamente por sus voces. Por otro lado y ya que menciono el sonido, la excesiva partitura de Fernando Velázquez no cesa de decirnos qué debemos sentir en cada escena. Hasta donde recuerdo, Velázquez hizo mejor trabajo, precisamente, en El Orfanato. Mire, pa' qué me ando con rodeos: si quiere ver una película de terror, producida por Del Toro, fotografiada por Faura, con la música de Velázquez y con los gritos de Belén Rueda, rente El Orfanato.