domingo, 30 de agosto de 2009

Rambo IV

No ví Rambo IV (Rambo) en su estreno, así que este fin de semana en un momento de ociosidad me la aventé en un DVD R1 muy pobre, sin ningún extra, excepto los avances de cine.

¿Soy yo, o Rambo es más chillón de como lo recordaba?



Perdón, corto equivocado. Pero si no me creen, chequen la expresión de Rambo aproximadamente en la marca de 1:25 min. en el corto de la película:



Aquí es sólo una vez, pero en la hora y quince minutos que dura la película, Rambo pasa como... una hora como el nuevo Indio Llorón. En serio.

lunes, 17 de agosto de 2009

Fuerza-G *

(G-Force, EUA 2009) Clasificación 'AA'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Caí. Lo admito. En mi defensa, históricamente Disney no ha hecho malas películas de acción viva con animales. Y Jerry Bruckheimer, después de todo, hizo dos muy buenas con la serie de Los Piratas del Caribe. ¿No?

Bueno. Para empezar, Fuerza-G no es una película de acción viva con animales. Es una película de acción viva con animales dibujados y animados por computadora. Roedores, de hecho, lo que no la aleja mucho de Alvin y Las Ardillas y me debió haber servido de advertencia. Por otro lado, con el asunto de Bruckheimer y Los Piratas del Caribe... debería yo saber, a estas alturas, que el rayo no cae dos veces (bueno, tres veces, como se demostró con la larguísima y malísima tercera entrega sobre Jack Sparrow) en el mismo lugar. Malo.

Fuerza-G inicia con una misión de espionaje al estilo James Bond, con escenas al estilo Jerry Bruckheimer/Michael Bay: la cámara sigue a los personajes principales sin descanso girando, además, sobre sus ejes y atrayendo la atención a sí misma. Y si tomamos en cuenta que los personajes principales son unos cuyos (cobayas, conejillos de Indias o como les quiera llamar... no importa al final, porque son dibujados) y una mosca (dibujada también) que se infiltran en una fiesta corporativa entre humanos de tamaño normal, podrá imaginarse usted que la cámara se mueve rapidísimo y de un lado a otro incansablemente. Mientras tanto, los cuyos no paran de hablar entre sí acerca de su misión, con parlamentos que tienen como objetivo explicarnos, en este prólogo de 10 minutos, cuál será su objetivo, sus obstáculos y sus medios para resolver todo el asunto. El resultado es que no pude entender muy bien qué estaba pasando ni dónde estábamos parados. Por lo pronto pude ver en algunas de las inquietas y artísticas tomas giratorias a Bill Nighy. Desde adentro de su nariz.

De repente, los cuyos dijeron (y les tuve que creer) que habían cumplido su misión, salieron corriendo de la fiesta y fueron correteados por un doberman que no los alcanzó. Chin. Inmediatamente después les cerró el paso un camión que casi los atropella. Casi. Doble chin. Del camión salió un exterminador de plagas que los roció con algún polvo. Corte directo al interior del camión, donde se descubre que el exterminador de plagas es Alvin, digo, el entrenador de los cuyos (y la mosca) y los cuyos siguen vivos. Triple chin.

Lo que sigue es una película de Jerry Bruckheimer que imita el patrón de las películas de acción/películas de Bond, todo visto desde la prespectiva de los roedores (y la mosca), desperdiciando una y otra vez la oportunidad de detener por un momento la cámara y mostrarnos qué está explotando, dónde y para qué. Hay una secuencia que involucra unos pequeños vehículos esféricos de alta velocidad que manejan los cuyos, mientras son perseguidos por las calles de Los Angeles por agentes del FBI en camionetas negras, que culmina en un amplio estacionamiento de un centro comercial repleto de fuegos artificiales, que por supuesto harán explosión al pasar por ahí los cuyos y sus perseguidores. Y la mosca. ¿Creerá usted que todo eso lo tuve que adivinar, porque lo que eligen mostrarnos Bruckheimer y su director debutante, Hoyt Yeatman, son close-ups de los cuyos y de los federales humanos? Y de la mosca. Mientras son iluminados por las explosiones que ocurren fuera de cuadro. En cámara lenta.

Voces en Español de Jorge Arvizu como un topo que es un topo (en Inglés el chiste funciona, disculpe usted), Polo Ortín como un cuyo al que lamentablemente le tocó ser el personaje pedorro (ni modo, ante lo confuso y poco atractivo de todo el asunto, había que hacer reír a los menores de seis años de alguna manera y me consta, por mi pequeño acompañante), otras varias voces irreconocibles por mí y Humberto Vélez como un hámster que sí hace reir. En sus escenas la cámara siempre está fija, por cierto.

Ah, sí: Bruckheimer manda su carta de amor a Michael Bay y nos muestra un Transformer gigante hecho con electrodomésticos, que ataca a los cuyos. Y a la mosca. Por algo así como un minuto. Antes de explotar. En cámara lenta.

sábado, 15 de agosto de 2009

¿A dónde va Disney?/III: Lilo y Stitch ***1/2

Nota: Continuando con esta breve serie sobre Disney, aquí mi reseña de Lilo y Stitch al momento de su estreno.
(Lilo & Stitch, EUA, 2002) Clasificación ‘AA’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

El verano arranca muy bien por cortesía de la casa Disney, con Lilo y Stitch, una muy divertida y refrescante reelaboración de E.T. El Extraterrestre. Dean Deblois y Chris Sanders (guionista de Mulan, 1998) escriben y dirigen conjuntamente esta cinta que utiliza principalmente animación tradicional y fondos pintados a mano e incluye canciones del Rey. Elvis, por supuesto.

Para estar a tono con el otro título que plaga la cartelera estos días (Nota: en esos días se estrenaron también Episodio II y Hombres de Negro 2), en una galaxia muy lejana, un pequeño y peligroso monstruo, el experimento 626, escapa de sus creadores para llegar por accidente a la Tierra, en Hawai, para ser más exactos. Ahí vive Lilo, quien es cuidada, hasta donde es posible, por su hermana mayor, bajo la supervisión de un trabajador social que más bien parece un Hombre de Negro, a la Will Smith con esteroides. Para Lilo, tener amigos no es fácil, así que el terrible 626 le llega como caído del cielo, literalmente y es rebautizado como Stitch.

Lilo y Stitch divierte de principio a fin, utilizando varias de las fórmulas casi casi patentadas por Walt Disney e introduciendo algunas nuevas para esta compañía, como ciertas escenas que parodian no sólo películas muy conocidas (la propia Hombres de Negro incluída), sino también a algunos de los personajes de la familia Disney.

No cabe duda: en vista de sus últimos estrenos (Atlantis, Monsters, Inc. y ahora Lilo y Stitch), Disney no se ha dormido en sus laureles ante la franca y bienvenida competencia en el cine animado. Notable también es el hecho de que se haya escogido música interpretada por Elvis y no únicamente como mero fondo musical, sino como parte integral de la narrativa. Esto, junto con una historia sincera y chispazos de humor dirigidos al público mayor, hacen de Lilo y Stitch una cinta muy disfrutable por niños y adultos.
(Publicada originalmente el 10 de julio de 2002, en La Voz de la Frontera.)

viernes, 14 de agosto de 2009

¿A dónde va Disney?/II: Atlantis, El Imperio Perdido ***

Nota: A diferencia de la primera entrada de esta serie, lo que sigue no es un artículo publicado en el momento del estreno de la película, sino más bien mis impresiones, que compartí por correo electrónico con Ernesto Diezmartínez después de verla en el cine, como era mi costumbre en ese entonces (en retrospectiva, creo que ahora entiendo por qué mi crítico de cabecera me animó a publicar en algún medio impreso: para que lo dejara en paz con estas reseñas exclusivas...). Nótese, al final, mi optimista predicción del camino que pensaba que Disney tomaría en esta primera década del siglo XXI.
(Atlantis: The Lost Empire, EUA 2001) Clasificación 'AA'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Atlantis resulta muy efectiva en el primer intento de Disney por apelar al mercado adolescente con animación. Tal vez la confusión de ser "Disney's" hace que las salas se llenen de papás con niños menores de 8 años (en la función de ayer éramos como dos adultos por cada cuatro niños, la mayoría chiquitos... por supuesto que los adolescentes NO van al cine con sus jefes), pero le dieron PG por varias escenas de violencia y creo que -para variar- está bien clasificada.

El estilo de dibujo y animación le debe más al comic moderno que al cine tradicional de Disney y las escenas de acción son espectaculares, si bien algunas extremadamente violentas. Te recomiendo que la veas primero antes de llevar a Viridiana, no vaya a ser.

Michael J. Fox en la voz del héroe y James Garner como el capitán de la expedición se avientan al ruedo de las animaciones con buen resultado, en una película de acción con comedia moderada, sin animales parlantes ¡y sin canciones!

Se me hace que después de ésta, Disney se va a aventar una para toda la familia y otra así cada año. El resultado mostrado en Atlantis no es para menos.

jueves, 13 de agosto de 2009

Cómo perder a tus amigos **

(How to Lose Friends & Alienate People, UK 2008) Clasificación 'B-15'
Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Un archiconvencional melodrama-de-cajón-para-comedia-romántica ahoga lo que, se adivina, podía haber sido una irreverente exposición satírica del mundo del periodismo de espectáculos en los Estados Unidos, al estilo de The Devil Wears Prada con el periodismo de las modas (que también, por cierto, sufrió de las convenciones de la comedia romántica, pero tiene a su favor sacar todo el jugo a Meryl Streep; acá, Jeff Bridges en un papel similar y bueno como es, sólo aparece en la película porque, supongo, es Jeff Bridges).

La única razón para ver Cómo perder a tus amigos: Simon Pegg. Más específicamente, la escena donde Simon Pegg berrea, a todo lo que su alcoholizado ser le permite, en una celebración del 4 de Julio en una finca campirana neoyorquina, "¡ENGA-LAND! ¡ENGA-LAND! ¡ENGA-LAND! ¡¡¡Oi, Orlando, tú eras Inglés!!!"

Busqué el clip en los sitios usuales de videos compartidos, sin éxito, para publicarlo aquí. Así que le recomiendo lo que hice yo, estimado lector: rentarla barata ($15 pesos en mi caso -apenas poco más de un dólar) para carcajearse con esa escena. Si gusta, revise el resto. Danny Huston siempre me hace sonreir, Kirsten Dunst siempre es agradable y Megan Fox se ríe de Megan Fox.

domingo, 9 de agosto de 2009

¿A dónde va Disney?/I: Peter Pan: El regreso al País de Nunca Jamás **

Con este artículo inicio una pequeña revisión del rumbo que Disney ha tomado a lo largo de los años; intentaré, como consecuencia, encontrarle sentido a mis impresiones del estreno más reciente de la legendaria casa de animación: Bolt. Espero sea de su interés.
(Return to Never Land, EUA, 2002) Clasificación ‘AA’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Peter Pan vuelve a la pantalla grande después de 49 años, en una innecesaria secuela al clásico animado, también de la casa Disney. Esta vez los ejecutivos de la poderosa productora parecen haber decidido que el público del siglo XXI ha cambiado bastante como para aceptar la inocencia del cuento original, así que han introducido un conflicto real en una historia de hadas: la guerra. ¿Valía la pena?

Hay una razón por la que Peter Pan, personaje e historia han funcionado siempre, desde su estreno en los escenarios de Londres en 1904: la simplicidad. La historia de un niño que no quiere crecer ideada por Sir James M. Barrie nunca ha sido compleja. En la adaptación más famosa, la citada versión de Disney de 1953, el conflicto de Wendy es presentado simplemente así: ha llegado su última noche en el cuarto de los niños. ¿Por qué entonces insertar a Wendy y a Jane, su hija, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial? Para quienes sabemos lo que dicha guerra significa, no es nada grato ver en pantalla bombardeos y niños aterrorizados corriendo por las calles, cuando lo que buscábamos era una aventura de nuestro querido Peter Pan. Tengo una amiga cinéfila de hueso colorado que sin embargo se rehúsa sistemáticamente a ver cintas de guerra por el impacto que le causan. Puedo imaginar su reacción al acompañar a su hija a ver esta película sin la advertencia de las escenas iniciales.

Es cierto que una vez trasladada la acción a Nunca Jamás las cosas cambian. O mejor dicho, no cambian: Garfio (en esta ocasión y con justicia el excelente Loco Valdés en Español) continúa sus planes para acabar con Peter Pan, mientras algún hambriento animal lo persigue por media isla. Los Niños Perdidos aún lo están, las sirenas le tiran el chon (o mejor dicho las aletas) a Peter, y los indios... este... los indios brillan por su ausencia. ¿Otra historia revisada ante la corrección política de los Estados Unidos? Fuera de este pequeño gran detalle, las aventuras son muy similares a la primera película, historia reciclada al fin. Por lo mismo, el regreso a Londres es inevitable. Si la elección fuera mía, yo me quedaría en Nunca Jamás a buscar a la desaparecida Princesa Tigrilla. Y mandaría a Peter Pan a rescatar de los bombardeos al resto de la familia.
(Publicado originalmente el 10 de abril de 2002, en La Voz de la Frontera.)

viernes, 7 de agosto de 2009

¡Tómense el día libre!

Otra razón para que las distribuidoras reestrenaran películas en cine. Imaginen la escena en una pantalla gigante, en un cine repleto...
R.I.P., John Hughes.

lunes, 3 de agosto de 2009

Terminator La Salvación ***

(Terminator Salvation, EUA 2009) Clasificación 'B-15'
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Más que una reseña, van mis consideraciones sobre esta cuarta entrega de la serie de Terminator.

Me gustó Terminator La Salvación. Como realmente no recuerdo nada de Los Angeles de Charlie, excepto el rítmico trasero de Cameron Díaz, creo que puedo decir que la gracia del mentado McG, director de aquella y ésta es montar escena de acción tras escena de acción, basado, al parecer, en la premisa de que para que haya acción tiene que haber al menos un robot en pantalla: Cada vez que se empieza a atorar la trama, de alguna orilla aparece algún robot, cada uno con distinta forma que puede ser un humanoide, una nave, un brazo, una culebra... a chiflar la borrega, recordándome el mote con que rebautizamos en su momento la película original de 1984: Aferreitor.

He leído quejas (Diezmartínez, Ebert) sobre la seriedad con que se aborda la franquicia del Terminator en esta ocasión y comparada con las tres películas anteriores, salpicadas a partir de la primera y de manera creciente, de buen humor y finalmente franca comedia. Mire: McG sí se toma muy en serio todo el asunto pero cumple con los tres requisitos que le había puesto antes de verla:

1. Que salgan robots asesinos al por mayor (bueno, creo que sólo los ví matar como a tres personas, pero sí me dieron ansias).

2. Que alguien diga "I'll be back".

3. Que aparezca Ah-nold (definitivamente no sería Terminator si no apareciera Arnold Schwarzenegger; viva la tecnología que hizo posible una de las mejores secuencias de Terminator La Salvación).

Tres disfrutes adicionales:
1. Ver cómo el equipo dirigido por McG logró que los robots con forma humana y las navecillas -y navezotas- robots se vieran como, pero mejorando, los de Stan Winston (a quien está dedicada la cinta, con justicia) en los flashbacks/flashforwards de la primera película de Cameron. Tengo entendido que Winston sí alcanzó a trabajar en esta cuarta entrega antes de fallecer, aunque la ilusión de las proporciones en esas escenas del futuro en Terminator nunca me han parecido bien logradas (lo mismo en las secuencias de miniaturas en Aliens, también de Cameron y realizadas por Winston, por cierto). Recuerdo que cuando la ví no podía más que ver maquetas. En esta nueva versión de ese cercano mundo postapocalíptico, todo se ve muy creíble. Nuevamente, viva la tecnología.

2. Igualmente disfruté todas las referencias visuales a la primera película (un robot humanoide, rifle en mano, recorriendo la pantalla en primer plano; un pie mecánico aplastando un cráneo humano, etc.)

3. Bryce Dallas Howard como la esposa de John Connor. Qué puedo decir: lo mejor que ha hecho Ron Howard (y sé que al menos uno de mis cuatro lectores estará de acuerdo).

En cuanto a lo demás (John Connor, Kyle Reese, la resistencia organizada/desorganizada), creo que sirve para rellenar el espacio y mantener viva la franquicia, aunque el final sea muy obvio a este respecto. Veremos en unos años más qué se le ocurre a algún otro productor.

Domo arigato, Mr. Roboto,
Himitsu wo shiri tai.