(EUA, 2009) Clasificación 'B'Calificaciones ****Excelente ***Buena **Regular *Mala
“El espacio: La frontera final. Éstos son los viajes de la nave estelar Enterprise. Su misión de cinco años: explorar extraños mundos nuevos; buscar nueva vida y nuevas civilizaciones; llegar audazmente a donde ningún hombre ha llegado antes.”Capitán James T. Kirk, Viaje a las Estrellas – la serie de televisión."La pregunta que me hago en cada película de acción es: ¿alguna vez dudaste que el bueno fuera a ganar?"Mi amigo Jorge“Una de estas cosas
No es como las otras,
Es diferente de todas las demás…”Plaza SésamoMire, pa’ qué le movemos: Star Trek es la undécima película de una serie fílmica que inició en 1979 con
Viaje a las Estrellas - La Película (ese título es completamente descriptivo y necesario, supongo, ya que Viaje a las Estrellas originalmente fue una serie de televisión estadounidense que se transmitió durante tres años a fines de los ‘60s con un éxito moderado, pero que alcanzó estatus de culto global durante sus repeticiones en los ‘70s, tanto en los Estados Unidos como en México y otros países, además de dar pie a una serie animada en esos mismos años y algunas versiones en historietas – yo, dicho sea de paso, tuve un par de cuadernos de iluminar con las aventuras de los personajes).
Decía, pa’ qué le movemos. Baste ver la moda actual de los grandes estudios con las series o franquicias fílmicas, para adivinar por dónde irá la cosa con la película número once de Viaje a las Estrellas. ¿Alguien dijo “reinicio”? Pues sí: Paramount Pictures reinventa el hilo negro y nos suelta una cinta que busca presentar por primera vez y hasta donde entendí e identifiqué (con mis básicos conocimientos del material anterior), toooodos los elementos que pudiera uno necesitar para navegar por el universo de la serie.
Y si de reinicios hablamos, ¿qué más quiere usted que el inicio INICIO? En el principio, era el verbo. Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y nosotros hemos visto su gloria. Si el Capitán Kirk de las series de tele y las películas es la rebeldía personificada, ¿a poco no sería bonito mostrar por qué Kirk es tan rebelde? Bueno, pues prepárese para verlo nacer (sí,
nacer) en las condiciones propicias para que más tarde sólo le falte cantar…
“yo… soy rebelde porquelmundomehahechoasí…” mientras desobedece la primera orden de la Flota Estelar a bordo del Enterprise.
O, ¿qué tal el Sr. Spock? Si lo único que sabe usted del Sr. Spock es que es el de las orejas puntiagudas, agárrese (y que conste que no es albur), porque aquí verá cómo de niño le quitaron su patito de hule y en ese momento decidió nunca volver a mostrar su lado humano, como buen vulcano que es (no se preocupe, aquí también le explican qué es un vulcano).
¿Le sigo? Si usted no sabe que existe un personaje llamado el Doctor McCoy, a quien de cariño el Capitán Kirk le dice Bones (“Huesos”), también podrá conocer al buen doctor y el origen de su mote (hombre, yo siempre creí que era por flaco, qué poca imaginación la mía). A este paso, que no le extrañe enterarse viendo esta película por qué Chekov se llama como el autor ruso, por qué Uhura, la única mujer de la tripulación en el puente de mando, usa minifalda y sexibotas a go-go o por qué el Sr. Sulu tiene los ojos jaladitos.
En otras palabras, estimado lector, Star Trek no es nada sutil al invertir tiempo en contarnos el origen de TODO. Es cierto que lo hace de una manera entretenida y nunca aburrida pero, como dice Anthony Lane, crítico de cine de The New Yorker, acerca de esta moda: “¿Batman Inicia? ¿Qué tenía de malo Batman
es?” Recuerdo cuando ví la primera película en 1979, entré al cine con un conocimiento leve de los programas de tele y unos cuantos capítulos de la caricatura (que nunca me gustó, por cierto). Esa película iniciaba con una reunión de todos los personajes, llamados de su retiro de ¿diez años? para una nueva misión. Sí se invirtió algo de tiempo en presentaciones pero decididamente no era ése el fin de la cinta, sino poner en la pantalla grande las aventuras de la tripulación del Enterprise. Algo se hizo bien, ya que a ella siguieron cinco películas más, a la par de varias nuevas series de tele y cuatro películas con lo que se conoció como La Nueva Generación (una nueva Enterprise y su tripulación, situada más o menos un siglo después de la original), de las cuales la última se estrenó apenas hace siete años.
En otras palabras, pues y para acabar con este tema, Viaje a las Estrellas no es un concepto desconocido para los cinéfilos de todo el mundo. Así que, en mi opinión, tanta presentación y explicación a lo largo de la película solamente nos quita tiempo para la historia central (y no se diga de la reseña, vea hasta dónde me he extendido). Ahora, sobre la historia central. No me quejo: la tripulación del Enterprise enfrenta a un megalómano que quiere destruir el mundo… bueno, la galaxia, para estar a tono. No espero originalidad en este rubro; creo que entre la serie de tele y las diez películas anteriores ya se han agotado todas las posibilidades para nuevos temas; en todo caso lo importante es la ejecución.
El villano, Nero, es convincente en su malignidad (aunque, por supuesto, Star Trek nos proporciona la explicación del patito de hule también para él, pero ya quedamos en que el asunto estaba cerrado para esta reseña). Las amenazas y las acciones de Nero, si bien espectaculares y entretenidas, no son más que el McGuffin para unir todas las piezas y armar ese Enterprise capitaneado por Kirk, con Spock y el resto de los personajes a su lado. Claro que estos personajes tan familiares para cualquiera mayor de cuarenta años deben ser interpretados por actores jóvenes, si de reinicio estamos hablando. Mire, aquí no tengo pega. Sería tanto como quejarme a estas alturas de por qué,
¡Por qué, Señor! Roger Moore, Pierce Brosnan o Daniel Craig se atrevieron a reemplazar a Sean Connery como el 007. En mi opinión, todo el reparto encaja muy bien en los moldes creados por los actores originales, al menos para los personajes centrales, Kirk y Spock. Y en todo caso, se agradece que ahora exista un poco más de dimensión para el resto, empezando por la teniente Uhura, aún con sus botas a go-go, que no se le ven nada mal a Zoe Saldaña, debo decir.
Ahora voy sobre lo que no me gustó y seré breve (ya qué): el estilo visual escogido por J.J. Abrams, encargado de dirigir esta undécima cinta de la franquicia. Salvo contadas secuencias, ese estilo es todo menos visual. Cuando Abrams no está sacudiendo la cámara al punto de que no se puede distinguir a un ruso de un japonés o a un vulcano de un romulano, todas las luces del foro están dirigidas al lente, manchando la imagen de una forma muy estorbosa. Debo decir que salí molesto.
Y finalmente, sí, debajo de todas esas introducciones, sacudidas y clichés, la historia básica de
Star Trek es muy similar a lo que ya se ha hecho antes en
Viaje a las Estrellas (por primera vez encuentro utilidad al título no traducido para México, mire lo que son las cosas). Después de todo, a pesar de varias buenas premisas de ciencia ficción a lo largo de la serie, ninguna de las cintas anteriores las ha desarrollado de manera particularmente memorable, pero sí entretenida, en mayor o menor grado. Dicho lo cual, hay una diferencia fuerte respecto a la mayoría de las anteriores: la estructura de película de acción gobierna por primera vez la trama y aquí es donde vuelvo a la pregunta de mi amigo Jorge. ¿Duda usted que las cosas van a salir bien para Kirk, Spock y compañía? Bueno, tenemos franquicia para rato para averiguarlo.