lunes, 31 de marzo de 2008

"Good morning Dr. Chandra, I am ready for my first lesson."

HAL9000 en 2010, El año en que hacemos contacto.


... y se nos fue Don Arthur C. Clarke, el papá de HAL9000, pero nos deja muchas de las visiones más productivas y queridas por la ciencia y la ciencia ficción. Atínele usted cuáles son ciencia pura y cuáles son ficción: satélites de comunicaciones, estaciones espaciales internacionales, transbordadores, viajes interplanetarios, computadoras inteligentes, videoteléfonos, excusados de gravedad cero...
Popular Mechanics, la revista equivalente a Playboy para adolescentes que se emocionan más con los planos de un mecanismo electromecánico que con chamacas que se descamisan a la menor provocación, se ha dado a la tarea de enlistar, aquí, 10 de las películas de ciencia ficción que más le han atinado en sus predicciones a los avances tecnológicos, en una especie de homenaje a la visión de Clarke. Faltan (y sobran) como en toda lista de cine que se respete, pero se vale el intento. Aunque me hubiera gustado ver por ahí La Nave de los Monstruos, con el gran Piporro. ¡Ajúa!

jueves, 20 de marzo de 2008

La Pasión de Cristo ****

(The Passion of the Christ, EUA 2004) Clasificación México 'C'/EUA ´R´
Calificaciones: **** Excelente ***Buena **Regular *Mala

De acuerdo a las primeras acepciones del Diccionario General de la Lengua Española, pasión significa padecimiento, sufrimiento. La nueva cinta sobre Jesucristo, dirigida por Mel Gibson, tiene uno de los títulos más descriptivos del cine religioso. De los 127 minutos que dura la proyección, poco más de 100 nos muestran en detalle el increíble castigo corporal sufrido por el protagonista a manos de sus captores, antes de su muerte. La crudeza y duración de las explícitas imágenes es tal, que es difícil discutir la clasificación asignada por Gobernación en México, 'C', "Sólo Adultos".

La cinta inicia con Cristo en El Monte de los Olivos, justo después de la Ultima Cena, la noche previa a su crucifixión. Jesús tiembla fuertemente y suda sangre mientras ora, en preparación a lo que viene. Menos de diez minutos después, recibe el primer golpe en pleno rostro y de ahí en adelante tendremos cien minutos de imágenes que muestran, casi sin desviar la cámara, el significado de La Pasión de Cristo, vista por Mel Gibson, a partir de los pasajes correspondientes del Nuevo Testamento. Podemos ver también el dolor en los rostros de quienes son testigos de la encarnizada tortura, allegados a Jesús, pero también en extraños, judíos y romanos.

Como en otras ocasiones, cuando se tratan temas religiosos, especialmente desde el punto de vista católico, la polémica en contra y a favor inicia mucho antes de que quienes se suman al "debate" hayan conocido el material en cuestión. Creo que lo correcto es externar una opinión después de ver el trabajo. Mel Gibson toma por tercera ocasión la silla del director, para mostrar que no sólo es un diestro cineasta; esta vez busca compartir cómo entiende él el sacrificio de Jesús. Gibson es católico y como tal, tiene fe en que Dios se hizo hombre con un sólo propósito: morir para la salvación de la humanidad. Nadie lo mató, porque vino precisamente a ésto. En las enseñanzas cristianas aprendemos cómo Jesús murió en la cruz poco después de ser colgado, causando sorpresa entre los guardias romanos, acostumbrados a romper las piernas de los crucificados para acelerar una muerte que a veces podía tomar días. Si alguien alguna vez tuvo dudas acerca de por qué la muerte de Cristo fue tan rápida, la lectura que hace Gibson de los Evangelios puede dar una muy buena respuesta, por así decirlo. Nadie podría aguantar la golpiza que recibe por horas Jesús en esta película y salir vivo para contarlo. Así, cuando llega por fin la escena del Monte Calvario, no podemos más que pensar que el suplicio está por terminar.

Gibson basa su narración, de manera más o menos apegada, en los Evangelios. La recreación, desde el punto de vista técnico, es brillante en cuanto a guión, escenarios, reparto (Jim Caviezel como Jesús), vestuario y ambientación. Los personajes hablan en Arameo, Hebreo y Latín, lo que permite centrarnos en las acciones más que en las palabras, que podemos entender si es necesario, leyendo los subtítulos. Como recurso cinematográfico, Gibson introduce el personaje de Satanás en una figura andrógina y de aire sobrenatural, que ronda a Jesús en todo momento, ofreciéndole, sin palabras, la salida fácil a su sacrificio. La creciente tensión lograda nos lleva eficientemente al poderoso momento de la muerte, cuando al Jesús de Gibson ya no le queda un hueso sano ni un trozo de piel completo. La sangre perdida (y mostrada para nosotros) y el dolor voluntario de Jesús, aunado al de quienes lo rodean, encabezados por María, han sido tantos, que el epílogo sirve no sólo como un respiro, sino como un impactante recordatorio del punto culminante de la misión de Cristo.

La Pasión de Cristo, sin ser la mejor cinta sobre el tema, es un gran logro fílmico para su director. Ciertamente no es la versión del catecismo que nos enseñaron de niños, pero sí es una visión más adulta (hasta donde se puede a partir de los Evangelios) que vale la pena ver aunque sea una vez, para entender mejor el centro de la fe cristiana.
Publicado originalmente en La Voz de la Frontera, el 21 de Marzo de 2004.

lunes, 17 de marzo de 2008

La Iniciación

Pudo más mi impaciencia y este fin de semana le llegó la hora a Román, mi hijo de tres años, de tener su primera visita a un cine. Emoción grande de padre y madre, ojos como platos del chamaco durante los cortos (Iron Man, que papá no quiso voltear a ver) y los primeros minutos de la cinta (Horton y el mundo de los Quién, brevemente reseñada abajo), disfrute de un vaso de palomitas para el iniciado, cortesía del cine (qué amabilidad en Cinemastar Mexicali) y al final, un poco de soda de limón(hay que evitar viajes no deseados al baño durante la función). Aunque la historia fue más complicada de lo que pensé para Román, al empezar el tercer acto lo senté en mis piernas, le expliqué rápidamente lo que estaba pasando y su atención estuvo fija en la pantalla los últimos 15 minutos.

Muchachos, creo tenemos un convertido.

Horton y el mundo de los Quién ***

Reseñas breves por falta de computadora personal
(Horton Hears a Who!, EUA 2008)
Calificaciones: **** Excelente ***Buena **Regular *Mala

De las tres cintas recientes basadas en libros del Dr. Seuss (prácticamente desconocidos en México), Horton y el mundo de los Quien es la buena y usted puede prescindir de las otras dos (El Grinch, y la del gato... no recuerdo el nombre y no vale la pena la búsqueda).
Dirigida cálidamente por un par de animadores cuyos trabajos previos incluyen Buscando a Nemo, Toy Story y ¡una de Monty Python!, Horton... cuenta una buena historia, hace reír, emociona y hace reflexionar.
Sobre todo, me hizo reflexionar en que mi hijo de tres años, que aunque disfrutó a los personajes y las escenas de acción, todavía no está listo para largometrajes en el cine...
Y voy a comprar los libros. Eso sí.

Llamando a un Angel **1/2

Por falta de máquina personal, mis reseñas semanales esta vez sí son breves.
Calificaciones: **** Excelente ***Buena **Regular *Mala

Llamando a un Angel, tres cortos mexicanos.
1/3: + o -, buen final.
2/3: lento, mal actuado y redundante.
3/3: un cotorreo.

miércoles, 5 de marzo de 2008

“¡Que no me la cuentes!!!”

"No, YO soy tu padre."
-Darth Vader

Para mis amigos y compadres Romelia, Marcela y Jorge, a quienes no puedo convencer de mis buenas intenciones al comentar (no contar) una película...

La burra no era arisca, pero la hicieron. Yo soy esa persona que, en la sala de cine, no cesa de hablar con sus acompañantes durante los cortos, volteando apenas a la pantalla. O, si voy solo, me verá usted con la mirada gacha, picando botones en mi teléfono celular como si de mí dependiera la seguridad del hemisferio. O bien, toda mi atención se centrará en mi bote de palomitas de maíz, que masticaré ruidosamente para amortiguar los diálogos de los avances de películas por estrenar. Simplemente odio, odio, odio que los cortos me cuenten películas que me interesan.

(Aclaro –hay límites a la rusticidad, aunque Diezmartínez no lo crea- que en cuanto empieza la función, soy más callado que un ratón, mi celular entra en modo silencioso y es contestado únicamente, previa salida de la sala, si llama la niñera… "nuncas" que dejan de serlo con la paternidad. Pero divago.)

No siempre fue así. De niño, debo haber sido el principal consumidor de los especiales de televisión que precedieron al estreno de La Guerra de las Galaxias o E.T. El Extraterrestre. Mis cuadernos de secundaria estaban forrados de fotos que recortaba de artículos de revistas anunciando Superman, la película de Richard Donner. Cada visita al cine incluía la emoción de ver, por adelantado, pedacitos de las películas que próximamente podría ver en todo su esplendor. Hombre, hasta en las entregas de los Oscares esperaba esos breves instantes en que se mostraban las nominadas, tratando de captar lo más que podía del menú por venir (en México siempre se han estrenado con un fuerte retraso las películas participantes en tal premiación). En pocas palabras, era un consumidor promedio de avances de cine, hasta ese día fatal en que un anuncio me echó a perder el disfrute de una de las escenas clave de Los Cazadores del Arca Perdida, la primera aventura fílmica de Indiana Jones y mi primera desventura fílmica con los famosos spoilers.

La historia ocurrió durante el estreno en México, 1982, cuando estaba haciendo fila en la taquilla. En ese tiempo en los vestíbulos de los cines ponían unos pequeños carteles con fotos fijas de distintas escenas de las películas que se exhibían. Sin saber absolutamente nada de Indiana Jones, veía intrigado los cartelitos mientras avanzaba la fila. Una de las fotos mostraba a Indy y a Marion amarrados a un poste, con los ojos cerrados, mientras al fondo se veían unas luces ominosas (si ya vio la película, sabrá qué escena es).
[Viene spoiler, para quien no haya visto esa cinta...]
Ya durante la función, cuando en El Cairo explota el carro donde (se supone) está Marion, a la mitad de la película, toda la sala se queda sin aire e Indy se ahoga en una botella de Johnny Walker. Toda la sala, menos yo, porque ¡todavía no salía la escena de la foto!!! Entonces, Marion no estaba muerta.
[Fin del spoiler]

Desde entonces no veo fotos ni cortos de películas que me interesan. A manera de ejercicio, por otro lado, cuando voy al cine o rento un DVD y aparecen cortos de películas que ya he visto, sí los reviso, por curiosidad de saber cómo ha decidido mercadearla el estudio. De esa forma me doy cuenta que me he salvado de varios corajes en los últimos... veintiséis años.

Y para no hacer el cuento más largo, un par de cortos memorables por su forma de echar a perder la sorpresa. Si usted no ha visto alguna de estas películas, por favor, POR FAVOR, SALTESE ESTA PARTE:

What Lies Beneath (Zemeckis, 2000). Los cortos revelan que Harrison Ford es un malvado asesino. Esta información le da al traste a los dos primeros tercios de la película. Ni para qué la vemos después del aviso.

Cast Away (Zemeckis, 2000). Increíble, pero cierto. Bob Zemeckis tiene fé en que el espectador realmente quiere saber de antemano lo que va a pasar. En un mismo año estrenó dos películas en las que los cortos, aprobados por él mismo, sueltan la sopa. En el corto de Cast Away (Náufrago, con Tom Hanks) se muestra, ahora sí que sin decir "agua va", la escena en que Tom Hanks es rescatado de la isla desierta. De ese tamaño.

Y la tendencia seguirá y seguirá. Durante Febrero de este año, ví en el cine los cortos del refrito hollywoodense de El Ojo (Los hermanos Pang, 2002). Habiendo visto la original, no me importó ver los avances y, efectivamente, no sólo revelan algo importante: ¡muestran EL FINAL!

Por último, lo invito, amable lector, a hacer este ejercicio: [SPOILERS]
Imagine ver, por primera vez, La Guerra de las Galaxias o El Imperio Contraataca, sabiendo que Darth Vader es el papá de Luke. O El Sexto Sentido, sabiendo que Bruce Willis es un fantasma. O que en E.T. El Extraterrestre, el E.T. no se muere de verdad. O... usted sígale.
Inspirado por un intercambio de opiniones con visitantes del blog de Diezmartínez.