martes, 26 de febrero de 2008

Con permiso (de Diezmartínez)... Con fesiones verdaderas (de Lumet)

Durante un intercambio de opiniones sobre la pertinencia narrativa del impresionante plano secuencia de 5 minutos en Expiación, Deseo y Pecado (Wright, 2007), recordé la anécdota con que el maestro Sidney Lumet resume la validez de cualquier interpretación que, como estudiosos o como público, podamos hacer del resultado final que vemos en pantalla, en cualquier película.
Lo malo es que, para no variar, cité de memoria y, por supuesto, mal. Corrijo, haciendo un vil fusil de la serie Confesiones Verdaderas de Diezmartínez. Aquí la cita correcta:

"Una vez le pregunté a Akira Kurosawa por qué había escogido enmarcar una toma en Ran de cierta forma particular. Su respuesta fue que si hubiera movido la cámara una pulgada a la izquierda, la fábrica Sony aparecería a cuadro, y si la hubiera movido una pulgada a la derecha, veríamos el aeropuerto -ninguno de los cuales tenía nada qué hacer en una película de época. Sólo la persona que ha hecho la película sabe qué hay en las decisiones que dan como resultado una obra. Tales decisiones pueden ser cualquier cosa, desde requerimientos presupuestales hasta inspiración divina [...] la respuesta de Kurosawa es simplemente la verdad. En las películas que yo he dirigido, sé exactamente lo que hubo dentro de cada decisión creativa."
Tomado del prefacio del libro Making Movies, de Sidney Lumet, 1995.

domingo, 24 de febrero de 2008

¿Por qué hacerle caso a Oscar?

Nota el 24 de Febrero, 2008: Escribí el artículo que sigue hace seis años, en Marzo de 2002, a petición de mi entonces editor de La Voz de la Frontera, con la encomienda de "localizar" los premios Oscar del día 24 de Marzo de ese año. Como normalmente los distribuidores de cine en México nos mantienen con un fuerte rezago en lo que hace a buen cine, más que una visión local de los premios, decidí exponer algunas razones para el interés -o desinterés- de mis paisanos sobre el programa de esa noche.
Releyéndolo, encuentro que las cosas no mejoran con los años y ahora hay que agregarle la renovada conciencia sísmica en mi rancho, que nos hace pensar dos veces si vale la pena meterse a un edificio cerrado, lleno de gente, a esperar a que nos llegue "the big one" mientras seguimos las peripecias de actores disfrazados de personajes interesantes.
Pero divago. El punto original de mi razonamiento de 2002 se centra en todas las películas pendientes por estrenar en Mexicali y hoy, 24 de Febrero de 2008, seguimos en las mismas: ¿por qué hacerle caso a Oscar? Usted decida.


¿Por qué habríamos de ponerle atención a la entrega de los Oscares esta noche? Digo, aparte del espectáculo musical, el humor muy particular de la anfitriona de este año, Whoopie Goldberg y los ocasionales tacos de ojo que nos podamos aventar como televidentes con las y los bonitos de Hollywood luciendo sus mejores galas, ¿realmente hay algo de interés para los cinéfilos cachanillas en la ceremonia?

Echemos un vistazo a las películas nominadas en las distintas categorías. De 50 enlistadas, únicamente 14 se han exhibido en nuestra ciudad y en orden alfabético son: A.I. Inteligencia Artificial, Amnesia, Día de entrenamiento, El diario de Bridget Jones, El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, Harry Potter y la Piedra Filosofal, Jimmy Neutron: El niño genio, La caída del Halcón Negro, Monsters, Inc., Moulin Rouge: Amor en Rojo, Pearl Harbor, Shrek, Una mente brillante y Vanilla Sky.

Es cierto que no todas las 50 son cintas que normalmente veríamos en nuestras pantallas; recordemos que en la lista hay documentales y películas cortas, para los cuales no existe un espacio ni un público mexicalense. Aún así, las compañías distribuidoras en México usualmente escogen películas y fechas de estreno de acuerdo a sus experiencias con el público nacional y el resultado es que muchas que podrían no ser atractivas (en términos de taquilla) van quedando rezagadas e incluso no se llegan a estrenar sino hasta uno o dos años después, si acaso. Nuestra localización geográfica nos permite, además, observar un curioso fenómeno cultural. Muchas de las películas que nunca llegan a las salas cachanillas tampoco son exhibidas del otro lado de la frontera, en los cines de Caléxico y El Centro. Para mencionar un ejemplo, las anuales entregas de Woody Allen, que si bien no es un director de arrastre sí es muy conocido, rara vez llegan a nuestras carteleras y nunca a las de nuestros vecinos. De algo nos querrán proteger los distribuidores.

Pero regresemos a las nominadas. La categoría más obvia, Mejor Película, tiene 5 películas de las cuales 3 han sido ya vistas en nuestra ciudad. De ganar una de éstas, los cachanillas podremos estar o no de acuerdo y entablar mañana lunes acaloradas discusiones en torno a los garrafones de agua de nuestras respectivas oficinas. En otras categorías más o menos igual de comprensibles, como Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Director, la cuenta es más o menos igual. Aproximadamente el cincuenta por ciento de las nominaciones han pasado por los proyectores locales, lo que nos da más material para echarle leña al fuego de las discusiones cinéfilas. Pero, ¿y si gana una de las películas, actores o directores cuyo trabajo no se ha estrenado aún en Mexicali? Bueno, en el mejor de los casos, el premio servirá al respectivo distribuidor para traerla en estreno precedida de la consabida imagen de la estuilla dorada, buscando atraer más espectadores. Por otro lado, tenemos todas las demás categorías en la premiación, de las cuales la mayoría no entendemos cabalmente qué es lo que se premia. ¿Me podría alguien decir exactamente en qué consisten las ternas de Sonido y Edición de Sonido? Sí, son dos distintas.

Así, tenemos que realmente no conocemos la mayoría de las películas de las que se hablará esta noche pero podemos tener la esperanza de un buen banquete cinéfilo en los siguientes meses. Sin embargo, recordemos que tenemos en puerta varios estrenos anunciados desde hace meses, que definitivamente ocuparán los lugares preferenciales en nuestras salas locales, como E.T. El Extraterrestre, El Hombre Araña y Episodio II, por mencionar sólo tres de las esperadas para la primera mitad de este año. La pregunta entonces sería, ¿habrá lugar en cartelera para estas posibles ganadoras que aún no conocemos?

Puede haber muchas razones para sentarse frente a la tele esta noche a ver la entrega de los Oscares. Pero también hay otras para no hacerlo. La primera en mi lista, en vista de las circunstancias, es empezar desde hoy a ver las películas nuevas en cartelera, para hacer espacio a las nominadas aún no vistas, claro, changuitos para su estreno en Mexicali de por medio.

miércoles, 20 de febrero de 2008

La Leyenda del Murciélago ****


(The Legend of The Bat, México/RU 2008)
Calificaciones: **** Excelente ***Buena **Regular *Mala

Este es el estreno que más gusto me ha dado reseñar, desde que empecé a escribir sobre cine en 2001. Mi amiga Lucía Morgan acaba de presentar, hace unos días, su primer corto animado, en Bristol, Inglaterra.

En palabras de la propia directora, este corto de 7:30 minutos combina la estética de la animación más tradicional con todas las ventajas de las técnicas digitales. El diseño de producción está dibujado en un estilo muy moderno, inspirado en los antiguos códices de las culturas mexicanas, logrando un vehículo muy original para contar la leyenda mexicana de cómo el murciélago llegó a ser como es hoy.

La intención de Lucía es que su película guste a niños y adultos por igual (a mí me encantó y mi hijo de 3 años y medio, traducción de mamá de por medio, se rió mucho y se interesó por la suerte de todos los personajes, el Creador incluído). Debo decir que la imagen en la página de presentación me resultó engañosa, con una caricatura plana y estilizada de un colorido murciélago emplumado. No sabía qué esperar, pero ya viendo el corto, cobra sentido la idea de un códice animado, con una historia muy divertida y un humor muy moderno. El guión, adaptado por Lucía a partir de una antigua leyenda, no deja un segundo de desperdicio en lo visual ni en los diálogos, haciendo buen uso, por supuesto, de la tradición de que toda leyenda debe ser narrada de viva voz. Así, todos los personajes, narrador incluído, son interpretados con mucha gracia por Esteban Rogel quien, con un Inglés con fuerte acento mexicano, agrega a la ilusión de un códice traído a la vida (Lucía anuncia una próxima versión hablada en Español, que espero será doblada también por Rogel). En particular, el protagonista, el susodicho murciélago, es un roedor parlanchín vanidoso, grosero e irreverente, y curiosamente simpático.

Quisiera comentar también acerca de la efectiva musicalización, a base de instrumentos de viento, pero me estoy extendiendo y simplemente diré que algunos momentos son particularmente inspirados.

Aquí se puede ver o, en su defecto, descargar el corto (requiere Quicktime).
Por el tamaño del archivo, la descarga durará varios minutos. Su paciencia será gratamente recompensada con este excelente debut.

domingo, 17 de febrero de 2008

Reseñas de fin de semana, Feb 15 al 17, 2008

Con tanta película buena por estrenar, nuestros exhibidores locales no se hincan ante la tempestad (ni la tormenta de nieve del jueves) y deciden cambiar unos churros por otros. En consecuencia, mi única ida al cine fue para quitarme la curiosidad de Cloverfield. Quién me manda, teniendo Gángster Americano y Rambo 4 en cartelera...
Y como Cloverfield ya ha sido reseñada y comentada en todos los foros de esta red, y a mí no me gustó tanto después de todo, prefiero republicar mi crítica de The Punisher: El Castigador, que disfruté en su momento y hoy domingo volví a ver en TV Azteca, con comerciales y todo. Así de entretenida es. Claro que tampoco molesta ver a Rebecca Romijn en calzones... Sólo me resta preguntar: ¿qué pasó con la secuela?

The Punisher: El Castigador **1/2
(The Punisher, EUA, 2004) Clasificación ‘B-15’
Por: Joel Meza
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Basada en la historieta norteamericana The Punisher, El Castigador cuenta la historia de un ex-soldado, ex–agente del FBI y ex–güero, que decide tomar la ley en sus manos cuando su familia es asesinada por criminales. La premisa no es nada original, ni para el mundo de las historietas, que a fines de los treintas del siglo XX nos presentó a Batman, el incógnito vengador original, ni para el cine, que a inicios de los setentas hiciera lo propio en la figura de Charles Bronson que, nadie mayor de 40 años me podrá negar, sigue siendo el Vengador Anónimo por excelencia. Con estos antecedentes y muy poco más, ya que el mencionado cómic no es realmente muy popular en nuestro país, El Castigador es una cinta dirigida a adultos y adolescentes mayores que se deja ver bastante bien, en principio gracias a su reparto, encabezado por Tom Jane como el héroe del título y John Travolta como el malo Sr. Saint.

El Castigador, primera cinta de Jonathan Hensleigh, el guionista de Hulk (EUA, 2003), realmente no arriesga nada. Su valor, en todo caso, está en la oscuridad con que se aborda la fórmula, si tomamos en cuenta su origen de historieta que, por su nombre genérico en Inglés, se supone sea cómico. Los golpes, enfrentamientos y muertes aquí son sanguinarios y hasta obligatorios, y tanto Jane como Travolta encuentran la nota correcta para sus personajes. En un guión que se pierde hacia el final, llegando incluso a olvidar una de las subtramas, la del lavado de dinero por parte de los hermanos Toro (el telenovelero Eduardo Yáñez en plan de berrinchudo mafioso), o que le apuesta a la improbabilidad del proceder de Saint junto con su esposa y sus guaruras, que se entretienen en el cine o en la cantina ante la amenaza de un asesino (bueno, otro más) suelto, El Castigador se salva por escenas como el inspirado enfrentamiento entre Saint y su guarura mayor (“¿Por qué me estás matando?”), o los intercambios entre el protagonista y sus tres descarriados vecinos. En resumen, El Castigador se brinca, además de la ley y un par de subhistorias, la lógica de su premisa, pero pone la atención necesaria a sus personajes secundarios, que resultan interesantes y hasta entrañables. Si no, intente usted no desviar la mirada cuando en cierta escena se mezclan un guarura despiadado, un amigo leal, aretes faciales y unas pinzas en las manos equivocadas.
(Publicado originalmente el 18 de Junio de 2004 en La Voz de la Frontera.)

jueves, 14 de febrero de 2008

Embriagado de amor ****

Nota el 14 de Febrero de 2008: Sí, tengo mi corazoncito y me gustan las películas románticas. Aquí una muestra.
(Punch drunk love, EUA 2003) Clasificación ‘B’
Por: Joel Meza
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Tengo una teoría acerca de las películas de Adam Sandler. Uno puede ver con interés sólo un cierto número de ellas (una o dos en mi caso) antes de decir basta y hacer algo al respecto. En el caso del resto de nosotros, la única opción sería no seguir patrocinando la fallida mezcla del extraño humor de Sandler atrapado en historias hollywoodenses por demás baratas y convencionales. En el caso del director Paul Thomas Anderson, la opción ha sido realizar su propia versión de una película de Adam Sandler, y su respuesta ha sido tan afortunada que estamos no sólo ante la mejor película que haya hecho el peculiar comediante, sino ante una película excelente.

Aunque la sabiduría popular nos dice que las comparaciones nunca son buenas, Embriagado de amor se entiende mejor en el contexto de la filmografía de Sandler. O probablemente sea todo lo contrario y la clave para todas esas películas bobaliconas esté en Embriagado de amor. Me explico. Generalmente Adam Sandler interpreta al muchacho bueno para nada, que se muestra hostil a todo el mundo y habla (y a veces canta) en extrañas voces, en historias que para un comediante normal serían graciosas únicamente por fórmula, pero que tomadas por Sandler nomás no terminan de cuajar. Digo, ¿por qué habría de ser chistoso el que de la nada el joven protagonista la emprenda a golpes con un hombre maduro en un campo de golf? Escenas así pueblan las historias típicas del actor. O bien, a algunos les parecerá divertido el que Sandler se deje atropellar por un automóvil en marcha con el pretexto de hacer reír a un niño de cinco años. A muchos otros nos parece más bien alarmante. Sobre todo porque la mayoría de las películas de Sandler siguen en realidad la línea de las comedias románticas, en donde el muchacho conoce a la muchacha, se gustan inmediatamente pero antes tienen que pasar por varios obstáculos para ver su amor realizado. Tomando en cuenta que las enamoradas de Sandler siempre son personajes inteligentes y bien ajustados a la sociedad, quizá el único verdadero obstáculo sea la personalidad evidentemente desequilibrada del protagonista.

Aquí es donde radica el genio de la cinta de Paul Thomas Anderson, que en una larga presentación, según su costumbre, nos muestra a Adam Sandler iniciando un día de trabajo muy temprano en la madrugada, haciendo llamadas telefónicas desde un almacén en un parque industrial, mientras toma café enfundado en un traje de oficina azul. En un pequeño descanso, aparece la muchacha que será el objeto amoroso del héroe. La bella Emily Watson le pide a Sandler cuidar su automóvil mientras lo reciben en el taller vecino, y surge el chispazo mutuo. Watson desaparece y nosotros nos quedamos con Sandler, de modo que podemos conocer un poco más de su personaje. Ahí están, efectivamente, las voces extrañas, las actitudes peculiares y angustiantes y la hostilidad y violencia repentinas. Sin embargo, en esta ocasión el director Thomas Anderson no intenta que nos riamos. Simplemente nos muestra a una persona con estas características. El protagonista, a diferencia de las otras películas a que me refería antes, es mostrado como una persona con probables síntomas de desequilibrio emocional e incluso hay una escena en donde Sandler pide consejo médico acerca de su inexplicable angustia permanente.

Las situaciones presentadas en Embriagado de amor no son más graciosas que lo que usted y yo podamos vivir en nuestras vidas normales. Paul Thomas Anderson no ha hecho comedias hasta ahora y sin embargo, en sus dos anteriores filmes, Boogie Nights y Magnolia, las trágicas historias contienen algunas escenas en donde uno no puede evitar carcajearse. Después de todo, en la primera se cuenta la historia del cine porno en los setentas y en la segunda uno de los personajes es un gurú del machismo. Embriagado de amor es una bella historia romántica en que Adam Sandler sólo es un vendedor de artículos de limpieza que busca salir de su depresión y de pronto descubre que está enamorado. Si usted se ríe, tendrá sus razones. O quizá sea la inercia de ver a Sandler.
(Publicado originalmente el 14 de Mayo de 2003, en La Voz de la Frontera.)

martes, 12 de febrero de 2008

... y entonces el perro se comió mi tarea...

(Nota de actualización el miércoles 13 de febrero: Por fin hoy publiqué lo que quiero hacer pasar por mi reseña de Sweeney Todd, abajo de esta entrada excusatoria.)

Un presidente municipal en una región remota de México recibe un telegrama que dice: "Movimiento telúrico trepidatorio detectado en su zona. Localizar epicentro e informar de movimiento con la flora y la fauna."

Pasan varias semanas y por fin llega la respuesta del presidente municipal: "Epicentro localizado, confeso y preso. Movimiento sofocado. Telúrico muerto. Trepidatorio y quince canijos más se dieron a la fuga, pero les seguimos la pista. A la Flora y la Fauna las corrimos del pueblo por pirujas. No pudimos enviar informe antes porque hubo un terremoto de la jodida."
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Chiste viejito y simplón, pero describe perfectamente mis razones para no tener la reseña semanal de 8 al 14 de Febrero. Pude ver Sweeney Todd entre telúricos y trepidatorios (nada de fauna y flora) y si no nos desprendemos del continente americano, esta noche la veremos por aquí. Gracias por sus visitas.
-Joel

lunes, 11 de febrero de 2008

Reseñas de la cartelera semanal / Feb 8 al 14, 2008

Sweeney Todd: El Barbero Demoníaco de la Calle Fleet ***1/2
(Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street, EUA/RU 2007)
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Lo que sí me gustó de Sweeney Todd:
1. Que no es un musical, más bien una ópera (¿opereta?). Así, los personajes cantan y cantan y cantan, en vez de hablar, hablar y a ratos cantar.
2. El hilarante cameo extendido de Sacha Baron Cohen.
3. Las voces cantantes de Johnny Depp y Alan Rickman. Un poco menos la de Helena Bonham Carter.
4. La escena del sueño del personaje de Helena Bonham Carter, deseando casarse con el de Johnny Depp.
5. El exacto punto medio, con el dueto de Depp y Rickman, seguido por la canción donde Depp y Bonham Carter escogen, de las calles de Londres, los "ingredientes" para sus pasteles de carne.
6. La sangre que por litros corre, gotea, salpica, ensucia y baña escenario, personajes y pantalla (me emocioné cuando me preguntó la boletera si las dos entradas que pedí eran para dos mayores de edad: "Qué, ¿está muy sangienta?").
7. El chalán nacote de Timothy Spall dándose ínfulas de finura y quedando, como suele pasar con gente así, como un simple nacote amanerado. Justo en el clavo.
8. El quinceañero Ed Sanders, primero como gracioso ayudante de Sacha Baron Cohen, después como el incondicional de Helena Bonham Carter.
9. El sucio Londres de cielos contaminados creado por Tim Burton. Haga usted de cuenta Mexicali en un día claro.

Lo que no me gustó de Sweeney Todd:
1. Que poco después de salir del cine ya se me habían olvidado las canciones, excepto por la melosa "I feel you, Johanna..."
2. Pensar durante la película y confirmar después de verla, que se cortaron varias canciones de la obra en que está basada.
3. Enterarme, precisamente, que esta versión de la historia del barbero demoniaco, originalmente es una obra de Broadway de fines de los 70s. No tenía idea.
4. Lo rutinaria y repetitiva que se tornan por momentos la puesta en escena y la partitura.
5. Decir "Tweeney Sodd" (tuini sod) cuando pedí los boletos.
6. Haber tenido que verla pendiente de la salida de emergencia, por el "enjambre" de temblores que nos ha recetado la Falla de San Andrés y anexas, desde el viernes 8 hasta el día de hoy (13 de febrero) en el norte de Baja California. Prefiero moronga a granel cualquier día.

jueves, 7 de febrero de 2008

Haciéndome el muertito / I

Ya se está haciendo costumbre que a un cliché publicado por Diezmartínez en su blog, siga una entrada mía en este espacio. En esta ocasión, la foto con que Ernesto ilustró el cliché de la fortaleza a prueba de monstruos (sugerido por mí, para acabarla), junto con varias provocaciones de los lectores de ese blog, me hicieron dejar la comodidad de mi sala para ir a rentar Shaun of the Dead (El Desesperar de los Muertos). Y luego vino una mini competencia entre la concurrencia para ver quién sobreviviría a un ataque de zombis (por cierto, aquí están los tips de Josafat Moraila para salir bien librado). Mi resultado...

42%



Lo que sigue, naturalmente, es la publicación de algunas reseñas de películas de zombis, empezando por El Amanecer de los Muertos (Snyder, 2004), escrita dos horas antes de casarme al momento de su estreno. Eso es sentido del deber, supongo.
Y con dedicatoria para el Duende Callejero (ahora voy entendiendo por qué es "El Exigente"), a falta de nuevas reseñas, va mi miniserie "Haciéndome el muertito".

Haciéndome el muertito / II

El Amanecer de los Muertos ***
(Dawn of the Dead, EUA, 2004) Clasificación ‘C’
Calificaciones: ****Excelente ***Buena **Regular *Mala

Nota el 7 de Febrero, 2008: Quién lo iba a decir, nomás los deja uno sueltos y mira las porquerías que hacen. Zack Snyder tuvo un excelente debut con este refrito del clásico de George Romero; le dimos nuestra confianza (y nuestro dinero en taquilla) y regresó en 2006 (2007 en México) con esa cosa que le gustó tanto a la raza y que se llamó 300. En fin, ya ve usted cómo es la raza. Y luego por qué nos atacan los zombis.

Por fin, una película de zombis que asusta, asquea y divierte. Esta reelaboración de El Amanecer de los Muertos, la setentera película de George Romero, aún sin la ventaja de la originalidad, es el mejor intento en este subgénero por parte de Hollywood en muchos años.

La trama, como en toda película de zombis que se respete, es muy sencilla: sin decir agua va algunas personas mueren, reviven y la agarran contra los buenos y sanos, para convertirlos en muertos vivientes igual que ellos. La “molestia” se riega como si fuera gripa, y muy pronto los zombis son mayoría. Claro que el recurso de contagiar por medio de mordidas siempre resulta efectivo para surtirnos de escenas grotescas y asquerosas, y esta versión no es la excepción. Nuestros héroes son una enfermera, un policía, un joven cuya esposa está MUY embarazada y un tipo milusos, que por casualidad van a parar juntos a un centro comercial. El lugar les sirve como fuerte en su defensa contra los muertos mordelones, al estar surtido de comida, ropa y una que otra arma menor. Ahí se les unen otros personajes, algunos útiles y otros no tanto, pero que realmente no estorban y proporcionan risas y algunos momentos de tensión.

Pero no nos engañemos, a lo que vamos todos es a ver cómo los personajes presentados van cayendo poco a poco a manos de los monstruos, que tienen la mala costumbre de aparecer por las orillas de la pantalla, un comportamiento sorpresivo para los personajes de la película, pero confiable para nosotros, que en cuanto vemos un espacio vacío a un lado de la imagen proyectada, sabemos que por ahí va a aparecer el enemigo. Otra cosa que es parte de la diversión, es ver cómo buenos y sobre todo malos son destazados con cualquier artículo a la vista. Aquí, baste decir que una sierra motorizada es puesta a buen uso.

Narrativamente hablando, El Amanecer de los Muertos pierde varias oportunidades de crear conflictos entre los personajes vivos (los zombis, realmente, no tienen mucha personalidad que digamos), pero las escenas de ataques mutuos están tan bien montadas y ligadas, que no hay momento para el aburrimiento. Dos de las subtramas están tan bien manejadas que nos hacen interesarnos por sus protagonistas, y los respectivos desenlaces no sólo son para hacernos brincar del asiento. Y sobre todo, el humor con que se toma todo el asunto penetra muy bien en la disposición natural del público a reírse en momentos de nerviosismo.

Con clasificación “C”, por la violencia gráfica principalmente, El Amanecer de los Muertos es el tipo de película que uno puede disfrutar ampliamente sin ningún remordimiento, antes de volver a las responsabilidades de entretener a los niños en estas vacaciones. Por cierto, si usted se tiene que chutar Scooby Doo 2 por esta causa, tenga el consuelo de que ambas están escritas por la misma persona. Eso ya debe valer de algo.
(Publicada originalmente el 4 de Abril de 2004, en La Voz de la Frontera.)